BOSTON - David Ortiz está lleno de vida, lleno de alegría y, sí, lleno de grandes éxitos. Es difícil pensar en muchas cosas que podría hacer que el toletero de Boston gregarios más feliz de su suerte en la vida.
Pero hay una cosa que habría hecho el Big Papi se sienta aún más cumplido: tener a su madre en torno a los testigos de todo lo que ha logrado.
Ortiz ha estado exento de su madre por un poco más de una década. Ángela Rosa Arias, murió en un accidente automovilístico en la República Dominicana en enero de 2002.
Mientras que Ortiz será jugando béisbol en el Fenway Park el domingo, Día de la Madre, usted puede estar seguro de que va a tomar algún tiempo para reflexionar sobre su madre y todo lo que ella significaba para él.
"Siempre", dijo Ortiz. "Es una parte de mi vida - sobre todo en días como éste, que se acercan, sólo tiene recuerdos Es difícil no pensar en ella.".
Si tan sólo su madre podría haber sido alrededor para ver todo lo que ha logrado, por no hablar de la familia que ha criado.Para Ortiz, Día de la Madre no es un día triste. Él lo pasa con su esposa Tiffany, que ha estado con desde sus días como un jugador de ligas menores, y sus tres hijos le vigas con orgullo sobre.
Pero con un tatuaje impresionante de la cara de su madre en su bíceps izquierdo y "RIP" derecho inscrito debajo de la imagen, nunca Ortiz tiene que mirar muy lejos para verla.
La temporada pasada, Angela Rosa Arias vio a su hijo jugar béisbol fue en el 2001. Él jugaría un año más en Minnesota antes de la floración en una estrella en 2003 - su primera temporada con los Medias Rojas.
Su mamá se perdió los dos ganadores de la Serie Mundial, los partidos, por no hablar de todos esos hits a pie-escrito por su hijo.
"Huele mal, pero las cosas suceden por una razón, ¿sabes?" Dijo Ortiz. "Yo creo en Dios mucho, y nunca se sabe. Ella podría ser una gran parte de mi ser exitoso. Podría ser me lleva en la dirección correcta ... sin mí saber. E incluso después de Dios, ella puede ser que me proteja de haciendo cosas que no están a mi favor. "
Cada vez que Ortiz se adentra, él hace lo mismo después de cruzar el plato de home. Los dos dedos índices van al cielo.
"Estoy dando gracias a Dios, y ella," dijo Ortiz.
La forma Ortiz describe a su madre, es bastante evidente que se habría convertido en una cara la Nación Medias Rojas habrían llegado a conocer.
"Tengo la personalidad que tenía exactamente la misma", dijo Ortiz. "Mi mamá era igual que yo. Ella se llevaba bien con todos. Ella iba a cambiar las mentes de las personas. Ella era especial."
Y no nos equivoquemos al respecto - que ayudó a moldear a un hombre que es uno de los más populares en la historia de los Medias Rojas.
"Ella era la ama de casa. Ella era la obra maestra", dijo Ortiz. "Ella era la que dirigía el espectáculo en la casa. Mi mamá, ella no jugar. Ella quería que yo fuera una buena educación y buena en las cosas."
Al tratar de mantener el éxito a nivel de Grandes Ligas, mientras que también dedica tiempo a su familia y otras actividades, Ortiz desea que él aún tenía a su mamá para hacer rebotar sus pensamientos fuera de.
"Ojalá que todavía podía tenerla aquí conmigo, porque a veces usted actúa como si tuviera [todo] descubierto. Sin embargo, sus padres son los que le permiten saber cómo hacer las cosas mejor", dijo Ortiz. "Mi mamá era buena en eso. Fue una gran pérdida."
Ortiz todavía se pone escalofríos cuando piensa en su pérdida súbita. Nada puede preparar a alguien para perder a un padre - especialmente uno que estaba a 46 en el momento de su fallecimiento.
"Estaba conduciendo mi padre de vuelta a su casa en la República Dominicana cuando pasó," dijo Ortiz. "Mi hermana y su novio en el momento, se encontraron en primer lugar. Estaban en el camino de regreso a la casa y en la carretera, que vieron el accidente y vi a mi mamá. Me llamaron y fui yo ... oh yeah , era difícil, hombre. "
¿Cómo llegó a través de él?
"No sé, eso es una buena pregunta", dijo Ortiz. "Pero nunca realmente consigue a través de él. No fue fácil."
Ortiz - que mantiene una relación muy estrecha con su padre - casi no puede creer que ha sido sin su mamá durante una década.
"El tiempo ha pasado rápido", dijo Ortiz.
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