Astrónomos detectan cómo un potente agujero negro entra en actividad


Detectar cómo un agujero negro resucita, es decir, pasa de un estado de inactividad a engullir estrellas y material a su alrededor, es algo muy poco común. Hace poco ocurrió con el agujero negro V404 Cygni, provocando un gran estallido de luz. Ahora astrónomos han captado las primeras fases de actividad de otro agujero negro ubicado en una de las galaxias más curiosas conocidas: la galaxia de anillo polar NGC 660.


Astrónomos detectan cómo un potente agujero negro entra en actividad

Astrónomos detectan cómo un potente agujero negro entra en actividad
Detectar cómo un agujero negro resucita, es decir, pasa de un estado de inactividad a engullir estrellas y material a su alrededor, es algo muy poco común. Hace poco ocurrió con el agujero negro V404 Cygni, provocando un gran estallido de luz. Ahora astrónomos han captado las primeras fases de actividad de otro agujero negro ubicado en una de las galaxias más curiosas conocidas: la galaxia de anillo polar NGC 660.
Un grupo de astrónomos, liderados porMegan Argo, del centro británico Jodrell Bank Centre for Astrophysics, ha logrado estudiar en detalle por primera vez la explosión de actividad en el agujero negro de la galaxia NGC 660 (representada en la imagen de arriba). Esta galaxia, ubicada en la constelación de Piscis, a 42 millones de años luz, es una de las denominadas galaxias de “anillo polar”. Es decir, cuenta con un anillo exterior formado por gas y estrellas que orbita alrededor de los extremos de la propia galaxia. Se desconoce exactamente el origen de estos anillos externos, pero se cree que se han podido formar por el paso cercano, o incluso colisión, de otra galaxia.
Hace tres años se detectó que la galaxia NGC 660 se había vuelto de repente mucho más brillante, en solo unos meses. Análisis realizados con el radio telescopio de Arecibo indicaron que el motivo podía deberse al cambio de algún objeto dentro de la galaxia, y había dos opciones: la explosión de una estrella o la activación de un agujero negro supermasivo. Ahora, nuevas observaciones realizadas por la astrónoma Megan Argo y su equipo, utilizando tres radiotelescopios diferentes, han concluido que la causa de semejante brillo repentino es la entrada en actividad del agujero negro ubicado en el centro de la galaxia.
Según los nuevos datos captados, expuestos hoy por primera vez en una reunión anual de la Royal Astronomical Society británica, el agujero negro en el centro de la galaxia NGC 660 es ya cientos de veces más brillante que cualquier otro objeto a su alrededor. “Es la primera vez que podemos ver cómo empieza su actividad”, explica Argo en un comunicado. Las imágenes de radio confirman que al menos un jet o chorro de materia de gran energía se está desprendiendo del centro de la galaxia donde se ubica el agujero negro, otra señal de su entrada en actividad.
El hallazgo, como otros recientes y similares, ayudará también a entender mucho mejor cómo se forman y evolucionan estos chorros de materia o jets. Se sabe que contienen tanta energía y velocidad que en su observación desde la Tierra puede parecer que su velocidad es muy superior a la de la luz (en este caso su velocidad aparente es 7 veces la velocidad de la luz). Se trata en realidad de una ilusión óptica dada la perspectiva desde la que se observan y su velocidad, que sí se acerca a la de la velocidad de la luz pero por supuesto no la supera. Y, por encima de todo, es una oportunidad única para observar durante los próximos años cómo resucita un enorme agujero negro.
[via Gizmodo]  

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