Los medios de comunicacion de Estados Unidos están preparando al pueblo para ir a la guerra con Corea del Norte


El presidente Donald Trump está haciendo sonar los tambores de la guerra, y los medios van junto a él. Trump no tiene ningún incentivo en específico para bombardear Corea del Norte o abogar por un cambio en el régimen del país.
Ni siquiera estamos seguros de que Trump sepa cómo se llama el líder de Corea del Norte. Pero a Trump solo le preocupa que la gente lo quiera y que piensen en él. Hasta ahora, el momento en el que el presidente ha recibido más elogios fue cuando lanzó un montón de bombas sobre Siria.
Algunos voceros de los medios de televisión estadounidenses insistirán en que no queremos ir a la guerra. Pero simplemente con cambiar su narrativa de forma sutil podrían decir que, como a menudo le gusta considerarse a Estados Unidos la supuesta policía del mundo, no tendrán otra alternativa más que pelear. Una vez que los medios hayan hablado lo suficiente de la posibilidad de ir a la guerra, comenzaremos a escuchar frases como “Bueno, si te gusta tanto Corea del Norte, ¿por qué no te mudas a ese país?” en conversaciones familiares, de amigos y compañeros de trabajo.
Y al igual que vimos en el año 2003, poco antes de la segunda guerra de Irak, las acciones militares estadounidenses comenzarán a sentirse como inevitables. La diplomacia quedará descartada bajo la excusa de “ya intentamos eso y no funcionó”, por lo que no habrá otro rumbo que tomar más que ir a la guerra.
De esta forma comenzaremos a hablar de liberar Corea del Norte, así como en el pasado hablamos de liberar Irak. Y no importa cuantas veces digas que aunque te encantaría ver a Kim Jong-un fuera del poder no quieres ir a la guerra, muchos en Estados Unidos llamarán a sus compatriotas “traidores” por esto, o incluso “antiamericano”, uno de los insultos que suelen usar las personas que en realidad no saben cómo funciona el mundo.

¿Puede Corea del Norte atacar a los Estados Unidos?

Lo único que tienes que hacer es leer el New York Times para ver cómo ha cambiado la forma en la que los estadounidenses hablan de la amenaza de Corea del Norte. En un artículo publicado esta semana aseguran que la sensación de urgencia es cada vez mayor, con un titular que dicen “A medida que Corea del Norte acelera su programa nuclear, Estados Unidos teme que el tiempo se está acabando”.
El aumento de la urgencia por parte de la administración de Trump en cuanto a tratar con la crisis nuclear norcoreana se debe a cálculos recientes: cada vez más expertos y reportes de inteligencia aseguran que Corea del Norte es capaz de producir una bomba nuclear cada seis o siete semanas.
Al tercer párrafo del artículo ya imaginan un posible ataque contra una ciudad estadounidense, en un escenario del que hemos escuchado hablar desde finales de la década de 1990 cada vez que le conviene a la política.
Ahora parece que con sus avances han logrado fabricar ojivas nucleares que podrían alcanzar Seattle. “Han aprendido mucho”, dijo Siegfried S. Hecker, un profesor de Stanford que dirigió el laboratorio de armas de Los Álamos en Nuevo México (el sitio en el que nació la bomba atómica) de 1986 a 1997, y un hombre que ha visitado las instalaciones norcoreanas siete veces.
Esta no es la única vez que el artículo menciona un ataque nuclear sobre una ciudad estadounidense. The New York Times incluso habla de la posibilidad de Corea del Norte atacando Nueva York “algún día”.
A menos que algo cambie, el arsenal nuclear de Corea del Norte podría contar con unas 50 unidades para el final de la presidencia de Trump, la mitad de lo que tiene Pakistán. Los oficiales estadounidenses dicen que Corea del Norte ya sabe cómo reducir su tamaño para que puedan ser lanzadas en uno de sus misiles de mediano alcance, colocando a Japón, Corea del Sur y las miles de tropas estadounidenses posicionadas en las cercanías de esas naciones, en el alcance de su arsenal nuclear. Se estima que Corea del Norte cuenta con unos 1.000 misiles balísticos en su haber.
Sin embargo, cumplir el sueño del Señor Kim, ese de poner una ojiva nuclear en un misil balístico intercontinental que pueda alcanzar Seattle, Los Ángeles o algún día Nueva York, todavía es algo muy complicado de hacer.
Este podría ser un buen momento para que los estadounidenses se detengan y recuerden cómo se sentías acerca de Corea del Norte hace pocos meses. ¿Era, en ese entonces, una amenaza para el país? Si actualmente se sienten tentados a apoyar la idea de ir a la guerra contra Corea del Norte, dado que Trump ha mencionado que es una posibilidad real, ¿qué ha cambiado? ¿Acaso cambió la opinión al haber leído o escuchado que algún día, quizás, Corea del Norte podría atacar a los Estados Unidos con un misil nuclear?

¿Una victoria fácil contra un enemigo inferior?

Fíjense en esto que publicó Fox News. El canal dijo que lograr una victoria militar en Corea del Norte sería muy fácil, según “expertos”.
Si las tensiones entre los Estados Unidos y Corea del Norte alcanzan el punto en el que los primeros usan su potente arsenal aéreo contra el territorio norcoreano, no será una batalla real sino una victoria, según expertos mencionaron a Fox News.
Hace algunas semanas el secretario de estado, Rex Tillerson, advirtió que el gobierno tendrá “todas las posibles respuestas sobre la mesa” si esta dictadura comunista continúa amenazando a sus vecinos, y el vicepresidente de los Estados Unidos, Mike Pence, apoyó esta noción diciendo que: “Corea del Norte haría bien en no probar la determinación [del presidente Trump] o la potencia de las Fuerzas Armadas de los Estados Unidos en esa región”.
Si esa potencia incluye a las fuerzas aéreas estadounidenses, las anticuadas fuerzas aéreas de Corea del Norte (KPAAF) no serían capaces de dar una pelea.
Si tienes suficiente edad como para recordar la invasión de Irak en 2003, recordarás que en ese entonces a los estadounidenses también nos vendieron la idea de que la victoria sería fácil. Lo más curioso es que estos medios nunca mencionan o consideran qué sucede después de que “derrotas” a un enemigo como Irak o Corea del Norte.
¿Cuántas menciones hubo acerca de las posibles muertes civiles en esta guerra? Ninguna ¿Cuántas menciones acerca de la inevitable crisis humanitaria? Cero ¿Cuántas menciones de la campaña de contrainsurgencia que podría durar muchísimos años? Ni una.

Por lo menos no hemos llegado a la parte en la que nos dicen que los norcoreanos nos recibirán en su país como libertadores. Eso lo dijeron en la guerra de Irak, y fue una gran mentira.
A cada persona en Corea del Norte le enseñan, desde muy niño, que Estados Unidos y Japón son los países más malvados en el planeta. Algo me dice que el ejército norcoreano y sus 1,3 millones de tropas no recibirán a las fuerzas estadounidenses o japonesas como si fueran los libertadores que estaban esperando. Incluso si la élite dictatorial de ese país desapareciera usando una varita mágica, es muy difícil predecir cómo reaccionaría la población.

Vendiendo la guerra

Para que Estados Unidos ataque a Corea del Norte, el régimen de Trump supuestamente necesita tres apoyos: el de la comunidad internacional, el Congreso y el pueblo estadounidense.
Cuando se trata de la comunidad internacional, Trump ya cuenta con permiso de hacer prácticamente lo que sea por parte de sus aliados como Australia y Japón. De hecho, el primer ministro australiano, Malcolm Turnbull, se encontrará cara a cara por primera vez en la historia con Trump la próxima semana. El gobierno provisional de Corea del Sur no quiere ir a la guerra, pero hoy en día es más fácil que nunca para Trump impulsarlos a ello, al menos hasta que se lleven a cabo las elecciones en ese país el 9 de mayo. Por último, se espera que el secretario de estado lleve a cabo una reunión especial con el consejo de seguridad de las Naciones Unidas el próximo viernes.
“La reunión le dará a los miembros del consejo de seguridad la oportunidad de discutir y proponer formas de maximizar el impacto de sus medidas, además de mostrar su decisión de responder ante provocaciones futuras con nuevas medidas”, dijo un vocero del departamento de estado.
En cuanto al Congreso, los cien senadores se reunirán el próximo miércoles en la Casa Blanca para una reunión clasificada con el secretario de defensa, Jim “Perro Loco” Mattis, el secretario de estado, Rex Tillerson, y el director de inteligencia nacional, Dan Coats.
Por último, tenemos al pueblo estadounidense, el cual necesita ser persuadido de que Corea del Norte es una amenaza al estilo de vida americano mediante los medios de comunicación. Ya estamos viendo cómo eso sucede en tiempo real a medida que las noticias hablan de guerra y la gloria de victorias pasadas.
No se qué va a pasar en el futuro. No se si los Estados Unidos invadirá Corea del Norte o lanzará bombas sobre el brutal régimen de Kim Jong-un. Pero los astros se están alineando esta semana, al igual que lo vimos en el año 2003 antes de la invasión de Irak, y esto debería asustar a cualquiera que sepa que tanto Estados Unidos como sus aliados tienen muy poco que ganar y mucho que perder si comienza una guerra (ya sea nuclear o no) en la península coreana.
Tanto si eres estadounidense como si no, la próxima vez que leas una historia acerca de Corea del Norte o veas algo acerca del país en la televisión, pregúntate si algo ha cambiado en tu percepción de esa nación en los últimos meses. ¿Acaso Corea del Norte se convirtió en una amenaza tangible para los Estados Unidos en tan poco tiempo, o simplemente te están vendiendo la idea de ir a la guerra?
Si es lo último, y fuiste de los que fueron engañados y creyeron que la invasión de Irak en el 2003 era una buena idea, quizás es hora de que te sientes y reflexiones acerca de lo que te quieren vender hoy. Las vidas de un montón de personas en Corea del Sur, Japón, Corea del Norte e incluso Estados Unidos y China dependen de lo que decidamos hacer.

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