Cinco fotos icónicas antes de que fueran recortadas por sus autores



Dicen que pedirle a un fotógrafo el negativo de una foto es como pedirle a un pintor los bocetos de un cuadro. Una imagen puede cambiar drásticamente en el proceso de revelado, y la mejor muestra de ello es el aspecto que tenían estas fotos históricas antes de que fueran recortadas y reencuadradas por sus autores.

1. El cuarteto del millón de dólares (1956)



Jerry Lee Lewis, Carl Perkins, Elvis Presley, Johnny Cash y... ¿quién es esa? La mujer que aparece sentada sobre el piano fue eliminada de la foto, quedándose forzadamente al margen de la imagen más famosa del Million Dollar Quartet (una breve reunión de las cuatro estrellas en los estudios Sun de Memphis).

2. Guerrillero heroico (1960)



Esta es la versión sin recortar del mítico retrato del Che Guevara que ahora vemos estampado en camisetas y pósteres. El hombre y la palmera fueron eliminados de la foto junto a otros ajustes del fotógrafo Alberto Korda para conseguir que la imagen del guerrillero marxista se volviera intemporal.

3. El hombre del tanque (1989)



El rebelde desconocido que fue fotografiado de pie frente a una hilera de tanques durante las protestas de la Plaza de Tiananmén, en Pekín, formaba parte de una foto mucho más amplia y abarrotada, donde apenas era visible. Gracias al zoom, el fotógrafo Jeff Widener consiguió una imagen más impactante y emotiva.

4. Sgt. Pepper’s Lonely Hearts Club Band (1967)



El octavo álbum de estudio de los Beatles tiene una de las portadas más memorables de la historia de la música. La versión sin recortar es menos mágica y psicodélica con los focos y el telón de fondo a la vista, pero lo más curioso es ver que Hitler (en el extremo derecho de la imagen) fue apartado del grupo.

5. El monstruo del lago Ness (1934)



Nessie es mucho menos intimidante en la versión sin recortar de “La fotografía del cirujano”, la imagen que dio lugar al mito. Durante décadas se pensó que había sido tomada por el cirujano R. K. Wilson en 1934, pero un empleado del Daily Mail acabó admitiendo que la fotografía era falsa y que el supuesto monstruo del lago Ness era en realidad un juguete construido por su yerno.
La moraleja de todo esto que una pequeña edición puede cambiar la historia. Si no hubieran sido recortadas para causar una mayor impresión, es posible que estas fotos no se hubieran convertido las instantáneas icónicas que son hoy.

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