Parisa Tabriz sabe que es una excepción en el mundo de la tecnologÃa. Una mujer, de origen iranà para más señas, experta hacker, al mando de uno de los equipos de seguridad más importantes de Google. Una treintena de hackers que se encargan de velar por la seguridad de Chrome, el navegador de Internet utilizado por más de mil millones de personas en todo el mundo.
Hija de un médico iranà que emigró a Estados Unidos, y una enfermera polaca, Parisa fue elegida por la revista Forbes como una de las 30 personas de todo el mundo menor de 30 años, cuya carrera habÃa que seguir con atención.
Parisa comenzó a estudiar IngenerÃa Informática en la Universidad de Illinois. En una entrevista en The Telegraph confiesa que decidió convertirse en hacker cuando descubrió los trabajos de John Draper, uno de los primeros hackers.
En los años 60, Draper consiguió hackear los teléfonos de la época para realizar llamadas internacionales gratis, utilizando un silbato de juguete que regalaban en las cajas de cereales Cap'n Cruch. El silbato emitÃa un tono de 2600 Hz, exactamente la misma frecuencia empleada por los teléfonos de entonces para acceder a la red de llamadas internacionales. Usando el silbato, Draper colaba sus llamadas locales en la red de llamadas internacionales, lo que le permitÃa llamar al extranjero gratis.
Parisa Tabriz entró a trabajar en Google en 2007. Allà todo el mundo la llama Princesa de la Seguridad (Security Princess), un apodo que ha hecho suyo, pues incluso lo lleva impreso en sus tarjetas profesionales:
Afirma no haberse sentido discriminada en su trabajo, aunque un compañero de universidad le dijo una vez que sólo habÃa entrado en Google por ser mujer. Cree que otra gente también lo piensa, aunque no se atreven a decirlo.
Esta consumada hacker se dedica a atacar casi todos los dÃas a Google, para comprobar su seguridad. También forma al equipo de hackers de la compañÃa, y realiza seminarios con jóvenes hackers, para atraerles "al lado luminoso".
Cree que deben tener al enemigo cerca, por eso Google ofrece recompensas a los hackers que descubren bugs o fallos de seguridad. Ya han pagado millones de dólares, y han solucionado más de 700 bugs. De esta manera han conseguido que muchos hackers que antes atacaban a las empresas, ahora trabajen para ellos.
"Todos esos hackers que han robado las fotos de famosas y las han colgado en Internet no sólo han cometido un acto de violación de la intimidad contra esas mujeres, sino también un acto criminal, y como hacker, me entristece. Los hackers necesitamos mejores relaciones públicas para mostrar que no todos somos como ellos".
Y asà es. Gracias a Parisa Tabriz y su equipo, mil millones de personas navegan seguras mientras visitan páginas web con el navegador Chrome.
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