Si la posibilidad de cargar la batería de un coche eléctrico en ocho minutos te parecía imposible, ¿qué vas a pensar si te decimos que se puede reducir este tiempo a la mitad? No mentimos: un equipo de científicos del Instituto Gwangju de Ciencia y Tecnología de Corea del Sur ha desarrollado una batería de grafeno que permite hacerlo en sólo cuatro minutos.
Una de las grandes desventajas de los coches eléctricosrespecto a los que utilizan combustibles fósiles es la autonomía.
Los modelos eléctricos requieren recargas muy frecuentes y, dado que apenas se pueden encontrar estaciones de carga para este tipo de vehículos, hacen que los usuarios los descarten para realizar viajes con cierto número de kilómetros.
Sin embargo, el avance tecnológico presentado por los investigadores coreanos puede acabar con este problema. Se trata de un sistema que, en lugar de baterías, utiliza unsupercondensador de grafeno que almacena la energía en la superficie de los materiales en forma de electricidad estática.
Al guardar la energía en forma de electricidad estática en lugar de depender de los cambios en el estado químico de los iones como pasa en las baterías, el proceso de almacenamiento es más rápido, lo que permite reducir drásticamente los tiempos de carga.
El grafeno, un compuesto bidimensional que tiene multitud de propiedades y el grosor de un átomo, es el material perfecto para la fabricación del supercondensador.
Esto es debido a que el grafeno tiene una superficie de 2.675 metros cuadrados por gramo, de manera que esta extensión está disponible para almacenar la electricidad estática, lo que permite que tenga más energía por kilogramo que las baterías de iones de litio.
El profesor Lu Wu, director del proyecto, ha logrado solucionar los problemas para suministrarse el material y es capaz de fabricar cantidades suficientes de grafeno mediante un nuevo proceso. Para ello, primero produce óxido de grafito, y posteriormente aplica calor para provocar una reacción química y eliminar el oxígeno, obteniendo hojas de grafeno.
El supercondensador ha demostrado funcionar adecuadamente en las pruebas, y el siguiente paso sería escalarlo para adaptarlo al tamaño necesario para un coche eléctrico. Almacena más energía por kilogramo que una batería de iones de litio y se carga en menos de cuatro minutos, aunque hará falta una gran cantidad de corriente para hacerlo, por lo que sería más adecuado cargarlo en las instalaciones de servicio en carretera.
Queda por evaluar la fiabilidad, durabilidad y posible coste, pero si supera todas las pruebas puede ser un gran avance que cambiará el futuro de la automoción.
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