Algas para astronautas (o cómo la NASA desarrolló una fórmula alimenticia para los bebés)

Algas para astronautas (o cómo la NASA desarrolló una fórmula alimenticia para los bebés)

A lo largo de su historia la NASA ha llevado a cabo otro tipo de experimentos paralelos a la exploración espacial, sus famosos spin-off. Y es que aunque parezca difícil de creer, existe una conexión entre los vuelos espaciales y la comida para bebés. Unas algas para astronautas tendrían la culpa de todo.

Hace unas semanas hablábamos del maravilloso experimento de la rosa que vino del espacio, un trabajo de la agencia espacial que se enmarcaba en susspin-off, otras áreas de estudio e investigación donde la NASA se asocia con terceros. En este caso que hoy tratamos, la idea era desarrollar una fórmula que mejorara las condiciones de los astronautas a comienzos de la década de los 80. Mejora en forma de productos alimenticios que sustituyeran las necesidades básicas en cuanto a nutrientes.
Así nació el programa Controlled Ecological Life Support Systems (CELSS), un experimento de la NASA en la creación de un tipo de sistema para mejorar las condiciones de vida en entornos contenidos. Estos sistemas intentarían abordar las necesidades básicas de las tripulaciones, cumplir a su vez con las estrictas restricciones de carga útil y de uso de energía y minimizar la ocupación del espacio mediante el desarrollo de ecosistemas regenerativos que sean capaces de cuidar de sí mismo y de sus habitantes.

Microalgas para los astronautas

Algas para astronautas (o cómo la NASA desarrolló una fórmula alimenticia para los bebés)
Foto: Kit de comida para astronautas. NASA
Al comienzo de la década de los 80, Martin Marietta Corporation comenzó a trabajar con la NASA probando el uso de ciertas cepas de microalgas como suplemento alimenticios, fuente de oxígeno y como catalizador para la eliminación de residuos en el marco de los experimentos CELSS. Un plan donde se buscaba que las algas se convirtieran en un soporte de vida en los vuelos de larga duración.
Durante el tiempo que se llevó a cabo esta investigación los científicos descubrieron muchas cosas sobre las microalgas, entre otras, se dieron cuenta de que sus propiedades era valiosas para la vida en la Tierra, no sólo en el espacio. Habían observado que tenían un gran componente en sus propiedades como suplemento nutricional. Tras el hallazgo se creó Martek Biosciences Corporation, la compañía que se dedicaría únicamente a la mejora y desarrollo del producto.
Con el paso de los años esta investigación continúa y sigue usándose en los vuelos espaciales de larga duración, pero lo que comenzó como un producto destinado a los astronautas, hoy, con Martek a la cabeza, es un nuevo e importante jugador en el campo de la nutrición. Sólo en Estados Unidos, este compuesto se puede encontrar en más del 90% de las fórmulas alimenticias infantiles que se venden. Alrededor de 65 países añaden igualmente a sus fórmulas para los más pequeños los componentes de Martek desarrollados con la NASA.

Un compuesto… ¿de qué?

Algas para astronautas (o cómo la NASA desarrolló una fórmula alimenticia para los bebés)
Foto: Productos con Formulaid®. NASA
La razón de la rápida popularización del producto se debe a su ingrediente principal, a su vez uno de los componentes básico de la salud. Se trata del ácido graso que se encuentra en la leche materna, un ácido conocido por mejorar la función cerebral y el desarrollo visual, y que algunos estudios también le atribuyen la capacidad de reforzar la salud del corazón.
El descubrimiento principal de la NASA y Martek mientras exploraban las propiedades de las microalgas estaba identificado como Crypthecodinium cohnii, una cepa de algas que produce del ácido docosahexaenoico (DHA) de forma natural y en grandes cantidades. Utilizando los mismos principios la compañía patentó un método para desarrollar otro ácido graso que juega un papel clave en la salud infantil, el ácido araquidónico (ARA). El nombre final que se le dio al compuesto fue Formulaid®.
Un compuesto importante, con un valor nutricional innegable, que antes sólo se encontraba en la leche materna, y ahora está disponible para todo el mundo. Otro ejemplo de cómo la investigación de la NASA en su estudio de la vida en el espacio, acaba encontrando una solución que mejora nuestras vidas en la Tierra.



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