Hace pocas semanas la compañía comenzó a probar sus tubos y sistemas en vacío, pero el siguiente paso lógico era poner a andar una de sus cápsulas de pasajeros, de las mismas que esperan que algún día lleven personas a su destino viajando a velocidades extremas levitando dentro de cilindros de metal.
La cápsula que probaron fue la XP–1, y en esta ocasión logró alcanzar exactamente los 308,9 kilómetros por hora. Su recorrido se llevó a cabo dentro de un tubo de 500 metros de largo, por lo que apenas a los 300 metros la cápsula tuvo que frenar. De todas formas, aunque la prueba fue todo un éxito, Hyperloop One tiene mucho camino por delante para lograr su objetivo, dado que la meta de la compañía es que sus cápsulas viajen a entre 1100 y 1200 kilómetros por hora.
La XP–1 tiene unas dimensiones de 2,7 metros de largo y 2,4 metros de ancho, lo que quiere decir que es más grande que un coche pero mucho más pequeño que un vagón del metro. En su diseño original, Musk proponía cápsulas que pudieran llevar hasta seis personas, viajando entre Edimburgo y Londres en menos de una hora.
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