Se sabía con bastantes días de antelación que el denominado como ciclón bomba iba a cruzar por la costa este de Estados Unidos la semana pasada. La noticia no pareció importarle demasiado a un crucero noruego que llevaba a cuatro mil pasajeros en su interior. Esto fue lo que ocurrió.
Se trataba del barco de la línea Norwegian Cruise Line, el cual se dirigía desde Bahamas a Nueva York navegando a través del “ciclón bomba” para llegar a su destino, y lo hizo sabiendo que los meteorólogos habían pronosticado una “tormenta de dimensiones potencialmente históricas”.
Por tanto, la tormenta y su intensidad no debían haber sido una sorpresa para el capitán o la tripulación del barco. De hecho, parece claro que el crucero decidió continuar a pesar del evento.
¿Qué ocurrió? Las cámaras de los turistas que se encontraban en el interior grabaron las escenas donde se aprecian los tres días que vivieron de intensa lluvia y vientos, con la gente durmiendo en los pasillos porque el agua se filtraba en sus habitaciones, o con pasajeros caminando por el barco con su chaleco salvavidas.
En la pieza se ve agua por todas partes, con alfombras empapadas, agua que gotea de los ascensores o que salpica las ventanas del barco. Las señales se mueven de un lado a otro, la gente camina en ángulo debido a la inclinación del crucero, algunos muebles están al revés, apilados de forma caótica, las puertas se abren por sí solas, y una vez que el barco parece estar fuera de la tormenta, se cubre de hielo y nieve.
Si fuera una atracción de un parque, se habría vivido una experiencia de película, desgraciadamente fue muy real. Algunos de los pasajeros describieron lo vivido como “un infierno para todos”. Por ejemplo, la pasajera Christina Méndez, quien habló para la CBS explicando que “mis hijos todavía tienen pesadillas, lo recordarán para el resto de sus vidas, los vómitos, lo que oyeron y vieron”.
¿Por qué decidió el capitán adentrarse y cruzar la tormenta? Es posible que pensara que cruzar el lado occidental (la ruta por la que optó) de la tormenta minimizaría las olas, pero los modelos informáticos anteriores al ciclón bomba no dejaron lugar a la duda y fueron consistentes al mostrar un área de vientos huracanados en todas las áreas. Con todo, lo mejor que se puede decir es que las 4.000 personas regresaron a tierra con vida, aunque el susto no se los quitará nadie.
[Via Gizmodo]
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