“Interceptor” es el nombre del auto de Max en la trilogía original de Mad Max que inició en el año 1979, y cuando este fanático vio la película por primera vez juró que algún diá tendría el suyo propio. Finalmente, lo ha conseguido, y es una réplica exacta y genial.
La tarea de Dale Walker no fue fácil. Cuando vio la obra maestra de George Miller, protagonizada por Mel Gibson, se enamoró automáticamente de este auto. Más de 30 años más tarde finalmente lo ha logrado y ha construido su propio Interceptor, pero ha tenido que gastar la nada módica suma de 125.000 dólares.
Eso sí, es una réplica exacta y luce brutal.
Poco a poco Walker fue consiguiendo las piezas necesarias para su creación. En primer lugar, asegura que no fue fácil conseguir ese Ford Falcon del año 1972 en su versión australiana (dado que allí fue rodada la película, y ese es el modelo en el que se basó el auto de Max). En el año 2008 por fin lo consiguió, y tuvo que comprar un motor especial para modificar el original del auto, el cual costó 12.000 dólares.
Después, no tuvo que hacer más que modificar la carrocería y añadir todos esos detalles que hacen al Interceptor un coche único, desde los faros a las pegatinas que lo identifican, además de una sirena y claxon que sonaran exactamente iguales al de la película. Y claro, una escopeta doble cañón para el asiento de atrás, pero esto también es una réplica, por supuesto.
En Mad Max: Fury Road, la más reciente película de la saga, Max también cuenta con su propio Interceptor, solo que este aparece muy poco en el film, a diferencia de en la trilogía original en el que era el auto protagonista, y por ello se convirtió en un modelo de culto, casi tan conocido como el famoso DeLorean de Volver al Futuro.
[Via Gizmodo]
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