Emelyn Baldera
Santo Domingo
En el año 2008, Mozart La Para se preparaba para dar el salto. Con el tema “Vamo en dauran”, el artista que por muchos años pululó por fiestas y corillos “underground” recibió el primer impulso que necesitaba. Su primera gira a Europa se cristalizó gracias a su primer hit musical, después llegaron otras salidas. Puerto Rico, Estados Unidos, hasta llegar a Colombia, una plaza con la que los artistas dominicanos tienen buena relación, pero hasta hace poco era solo con el merengue y la bachata.
Mozart La Para es uno de los representantes del denominado movimiento urbano criollo que, en los últimos años, ha visto un crecimiento que algunos expertos se niegan a creer.
Una música que, con bailes definidos y estilos marcados, se nutre del barrio y de la cotidianidad, pero con poca calidad.
En ese sentido Mozart dice estar trabajando.
Por eso, desde que conoció a Nítido, con quien produce toda su música, no hace otra cosa que buscar nuevos colores dentro del género urbano. No obstante, no le llames dembousero, porque dice: “Yo no hago dembow, yo hago música urbana.
Puedo cantar un merengue como puedo cantar un hip hop o un rap, pero no dembow”.
No es que ahora el dembow sea un ritmo “desgraciado”, más bien está en la mira por la carencia de originalidad, musicalmente hablando, y la poca calidad de la misma.
Calidad
“Yo, por ejemplo, hago toda mi música, además de escribir mis temas. Me voy al estudio con Nítido y creamos música; por eso, puedo vender mi música y la registramos”, aclara, mientras recorremos una de las calles de su antigua barriada, Los Mina. Pero esos años quedaron atrás, porque Mozart, además de estar casado, se mudó a un exclusivo residencial en el centro de la ciudad.
“Yo, por ejemplo, hago toda mi música, además de escribir mis temas. Me voy al estudio con Nítido y creamos música; por eso, puedo vender mi música y la registramos”, aclara, mientras recorremos una de las calles de su antigua barriada, Los Mina. Pero esos años quedaron atrás, porque Mozart, además de estar casado, se mudó a un exclusivo residencial en el centro de la ciudad.
El género urbano ha logrado copar una plaza que aún es desconocida por muchos merengueros, con más tiempo en la escena artística.
Es en ese mismo sentido que el intérprete recuerda que la música urbana tiene un gran futuro y compara su situación con otros géneros que tardaron más de 10 o 15 años en ser aceptados por el público, como la bachata.
“Creo que la música urbana tiene mucho futuro porque mira el caso de la bachata; nadie la quería y ni la escuchaba y en estos momentos ese género está por encima del merengue, aunque tardaron en aceptarla”, afirma.
Importancia Como uno de los principales representantes del movimiento urbano, dice que está centrado en su carrera.
Se siente preocupado por el futuro de la misma y por eso está haciendo temas con la intención de que otro pú blico, que no es el que va a las discotecas, pueda escucharlo.
Reconoce que al género que representa aún le faltan muchos retos por vencer, siendo uno de ellos la limpieza de sus letras y una mayor calidad en la estructura musical.
“Lo que cantamos es lo que vemos y sucede en nuestros barrios. Es la realidad, y no puedo cantar otra cosa, porque soy un artista urbano.
No puedo decir ‘no beban’ porque no es eso lo que se ve en la calle”.
El género que se nutre de la espontaneidad sigue atrayendo a jóvenes que, como Mozart, sueñan con ser artistas.
Tras la importancia que le ha dado el público a esta música, los jóvenes han encontrado el apoyo de algunos empresarios que invierten en sus carreras.
SOBRE SU ORIGEN
Mozart vivió su niñez entre Los Mina y el barrio El Almirante.
Se dio cuentad que le gustaba la música cuando, a los 13 años, ganó un concurso en el colegio con una composición a la madre.
Antes de ser artista, sus días trascurrían entre el beisbol, el baloncesto y el karate.
Mozart vivió su niñez entre Los Mina y el barrio El Almirante.
Se dio cuentad que le gustaba la música cuando, a los 13 años, ganó un concurso en el colegio con una composición a la madre.
Antes de ser artista, sus días trascurrían entre el beisbol, el baloncesto y el karate.
“Yo era deportista, no pensaba en la música hasta ese día que gané ese concurso”.
Su nombre es Erickson Fernández y nació el 31 de enero de 1988 en el barrio de Los Mina, Santo Domingo.
Sin embargo, artísticamente se da a conocer como Mozart La Para, que viene de: “Mozart”, por componerles a diferentes exponentes al inicio de su carrera artística, y “La Para” por el temor que tenían sus contrincantes a la hora de hacer un Free-Style (Face to Face) contra él.
En el 2007, su calidad musical, estilo e inmenso talento lo llevaron a convertirse en una estrella del rap dominicano.
El joven tuvo una buena aceptación en la Batalla de los Gallos “Red Bull 2008”, cuando su carrera musical explotó con el tema “Vamo en dauran”.
Expandió su carrera musical internacionalmente con su gira por el continente europeo, a finales del 2009. Con una duración de 3 meses, en la cual agotó una agenda de más de 30 actividades.
Expandió su carrera musical internacionalmente con su gira por el continente europeo, a finales del 2009. Con una duración de 3 meses, en la cual agotó una agenda de más de 30 actividades.
SU NIÑEZ
El gran salto
De vuelta al barrio El intérprete de “Armao, bebío y con cualto” tuvo que dedicar mucho tiempo y esfuerzo para lograr trascender, tras muchos años en el “underground” saltó a la fama al ganar una competencia. Su carrera ha crecido y también sus aspiraciones.
El gran salto
De vuelta al barrio El intérprete de “Armao, bebío y con cualto” tuvo que dedicar mucho tiempo y esfuerzo para lograr trascender, tras muchos años en el “underground” saltó a la fama al ganar una competencia. Su carrera ha crecido y también sus aspiraciones.
Aquí nos muestra la pequeña casa donde vivió muchos años de infancia en la barriada de Los Mina, mientras esperaba el gran momento.
EN EL BARRIO
Sus sueños y anhelos
LA PELOTA Y EL CANTO
Mozart aprovechaba sus momentos libres para jugar pelota en el play de Los Mina con sus amiguitos. En esta visita demostró que tiene conocimientos del juego, aunque la música es su real pasión. Recuerda que cuando era pequeño ahorraba el dinero de la merienda para poder grabar un disco tan pronto iniciara su carrera artística.
Sus sueños y anhelos
LA PELOTA Y EL CANTO
Mozart aprovechaba sus momentos libres para jugar pelota en el play de Los Mina con sus amiguitos. En esta visita demostró que tiene conocimientos del juego, aunque la música es su real pasión. Recuerda que cuando era pequeño ahorraba el dinero de la merienda para poder grabar un disco tan pronto iniciara su carrera artística.
Volver al lugar de donde salió siempre le produce lindas emociones, comentó el artista.
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