Son de todos conocidos: en sus motocicletas con canasta recorren a toda velocidad los distintos barrios de la ciudad, independientemente de la clase del sector.
Son los “deliverys”, (anglicismo adoptado en República Dominicana para denominar a los repartidores), personas encargadas de llevar a los hogares de los clientes diversos tipos de mercancías que se ordenan en comercios. Los lugares de expendio de comida rápida fueron los primeros en popularizarlos, mas ya no se limita solo a este nicho. Las farmacias, las bancas de apuestas, las panaderías, los centros de envío y recibo de remesas y los transportistas de mercancías desde el exterior utilizan este servicio para comodidad de sus clientes, casi siempre con un costo adicional, dependiendo de la mercancía y la distancia de entrega. Los repartidores de periódicos son los precursores, aunque por suscripción, no por órdenes recibidas.
Actualmente los colmados son los líderes en este servicio: ya es parte del aspecto del colmado la imagen de los muchachos sentados junto a los motores a la espera de una orden. En cualquier colmado de la ciudad el sonido que más destaca, aparte de la música, es el timbrar constante del teléfono para pedidos.
Rafael D’Oleo es el propietario del Colmado D’Oleo, con más de 15 años en la intersección de las calles Carmen Mendoza de Cornielle y Centro Olímpico, en el Ensanche Quisqueya. “Tengo tres ‘deliverys’”, cuenta. “Son empleados del colmado, les doy 7,000 pesos a cada uno, pero ellos ‘levantan’ aparte con las propinas”. Al inquirírsele sobre si les carga algo adicional a los clientes por el servicio de entrega, contesta negativamente, aunque explica que hay algunos que sí lo hacen, mostrando que el cargo queda a discreción del dueño del negocio. “Yo sé de colmaderos que cargan 5 y 10 pesos por el envío, pero yo no hago eso. Solo cobro la mercancía”.
Villa Alegre, colmado del sector El Millón, cuenta una historia similar. Su propietario, Juan Jiménez, explica que entre los pedidos más frecuentes se encuentran los alimentos y las bebidas, sobe todo víveres y cervezas. “La gente lo que pide es su receta diaria, al mediodía sobre todo”, aclara Jiménez. Afirma que tampoco cobra nada por los envíos: “Eso nosotros lo manejamos como servicio al cliente”, explica. En ambos colmados, sin embargo, hay un pedido que predomina sobre todos los demás: el agua en botellón, ocupante característico de las canastas traseras de los motores de repartición. Ambos colmaderos entrevistados coinciden en que es lo que más se pide. Y coinciden también en el segundo producto más enviado: las cervezas “frías”. No es casual que los días de mayor salida sean los viernes y los sábados, cuando ambos colmaderos dijeron que se alcanza el pico de frecuencia de órdenes para entrega a los hogares. Las personas que usan estos servicios suelen entregar propinas, sobre todo si el “delivery” se muestra colaborador o es conocido de la casa por la frecuencia de entregas. Rosa Lora, ama de casa en el sector El Millón, lo refiere así: “A veces no puedo ir al colmado por cosas que se quedan del supermercado. El delivery resuelve el viaje al colmado y se gana sus pesitos”, dice.
Las farmacias y sus flotillas
Las farmacias son otros de los negocios que han explotado certeramente el uso de los repartidores. Al frente de muchas farmacias es común observar pequeñas flotillas de motores en los que los repartidores se desplazan a entregar medicinas a domicilio. La farmacia GBC, en El Millón, es un ejemplo. Por lo menos cuatro “deliverys” siempre están colocados al frente, listos para salir.
El empleado de caja al momento de la visita de elCaribe, quien prefirió no identificarse, dijo que todos los repartidores son empleados de la farmacia y que no cobran un cargo adicional por el servicio de entrega. “La gente llama, hace su orden y se le envía. Tenemos diversos descuentos, pero no se cobra por mandar”, explica. Ante la creciente complejidad y ajetreo de la vida cotidiana, ir al colmado o a la farmacia es un esfuerzo que muchos se ahorran.
El servicio de entrega crece a gran velocidad
Son los “deliverys”, (anglicismo adoptado en República Dominicana para denominar a los repartidores), personas encargadas de llevar a los hogares de los clientes diversos tipos de mercancías que se ordenan en comercios. Los lugares de expendio de comida rápida fueron los primeros en popularizarlos, mas ya no se limita solo a este nicho. Las farmacias, las bancas de apuestas, las panaderías, los centros de envío y recibo de remesas y los transportistas de mercancías desde el exterior utilizan este servicio para comodidad de sus clientes, casi siempre con un costo adicional, dependiendo de la mercancía y la distancia de entrega. Los repartidores de periódicos son los precursores, aunque por suscripción, no por órdenes recibidas.
Actualmente los colmados son los líderes en este servicio: ya es parte del aspecto del colmado la imagen de los muchachos sentados junto a los motores a la espera de una orden. En cualquier colmado de la ciudad el sonido que más destaca, aparte de la música, es el timbrar constante del teléfono para pedidos.
Rafael D’Oleo es el propietario del Colmado D’Oleo, con más de 15 años en la intersección de las calles Carmen Mendoza de Cornielle y Centro Olímpico, en el Ensanche Quisqueya. “Tengo tres ‘deliverys’”, cuenta. “Son empleados del colmado, les doy 7,000 pesos a cada uno, pero ellos ‘levantan’ aparte con las propinas”. Al inquirírsele sobre si les carga algo adicional a los clientes por el servicio de entrega, contesta negativamente, aunque explica que hay algunos que sí lo hacen, mostrando que el cargo queda a discreción del dueño del negocio. “Yo sé de colmaderos que cargan 5 y 10 pesos por el envío, pero yo no hago eso. Solo cobro la mercancía”.
Villa Alegre, colmado del sector El Millón, cuenta una historia similar. Su propietario, Juan Jiménez, explica que entre los pedidos más frecuentes se encuentran los alimentos y las bebidas, sobe todo víveres y cervezas. “La gente lo que pide es su receta diaria, al mediodía sobre todo”, aclara Jiménez. Afirma que tampoco cobra nada por los envíos: “Eso nosotros lo manejamos como servicio al cliente”, explica. En ambos colmados, sin embargo, hay un pedido que predomina sobre todos los demás: el agua en botellón, ocupante característico de las canastas traseras de los motores de repartición. Ambos colmaderos entrevistados coinciden en que es lo que más se pide. Y coinciden también en el segundo producto más enviado: las cervezas “frías”. No es casual que los días de mayor salida sean los viernes y los sábados, cuando ambos colmaderos dijeron que se alcanza el pico de frecuencia de órdenes para entrega a los hogares. Las personas que usan estos servicios suelen entregar propinas, sobre todo si el “delivery” se muestra colaborador o es conocido de la casa por la frecuencia de entregas. Rosa Lora, ama de casa en el sector El Millón, lo refiere así: “A veces no puedo ir al colmado por cosas que se quedan del supermercado. El delivery resuelve el viaje al colmado y se gana sus pesitos”, dice.
Las farmacias y sus flotillas
Las farmacias son otros de los negocios que han explotado certeramente el uso de los repartidores. Al frente de muchas farmacias es común observar pequeñas flotillas de motores en los que los repartidores se desplazan a entregar medicinas a domicilio. La farmacia GBC, en El Millón, es un ejemplo. Por lo menos cuatro “deliverys” siempre están colocados al frente, listos para salir.
El empleado de caja al momento de la visita de elCaribe, quien prefirió no identificarse, dijo que todos los repartidores son empleados de la farmacia y que no cobran un cargo adicional por el servicio de entrega. “La gente llama, hace su orden y se le envía. Tenemos diversos descuentos, pero no se cobra por mandar”, explica. Ante la creciente complejidad y ajetreo de la vida cotidiana, ir al colmado o a la farmacia es un esfuerzo que muchos se ahorran.
El servicio de entrega crece a gran velocidad
Según explicó al elCaribe en octubre del 2011 el presidente de la Federación Nacional de Comerciantes (Fenacerd), Ricardo Rosario, los “deliverys” se popularizaron con la masificación del uso de agua de botellón. Dijo que actualmente, en el Gran Santo Domingo hay 15 mil colmados y que de esos el 75% ofrece servicios a domicilio con un promedio de 3.5 deliverys por cada negocio. Explicó que transportan más del 60% de sus ventas diarias, un promedio de 250 servicios diarios. En el Gran Santo Domingo hay unos 100 mil “deliverys”, con el 60% en los colmados.
0 Comentarios