Ciudad de México • Las mujeres que se practicaron un aborto tienen cuatro veces más riesgo de morir un año después de este suceso, que las que llevaron a término su embarazo, revela un estudio de la asociación entre embarazo y muerte realizado en Finlandia y que fue dado a conocer por grupos de la sociedad civil.
El estudio basado en registros de la Unidad de Estadística Nacional de Finlandia y el Centro de Desarrollo de Bienestar y la Salud (UENFCD) evalúa la exactitud de la muerte materna basada en el certificado de defunción de 9 mil 192 mujeres en edad reproductiva (15 a 49 años) que murieron entre 1987 y 1994.
Con motivo del quinto aniversario de las reformas a favor de la vida en 18 estados de la República, organizaciones como el Instituto para la Rehabilitación de la Mujer (IRMA), Sentido Común de Puebla, el Instituto de Formación en Valores de Durango y el Centro de Estudios y Formación Integral para la Mujer de Cancún, subrayaron que de acuerdo a esta investigación, el riesgo de muerte por suicidio dentro de un año después de un aborto, es siete veces superior al riesgo de suicidio después del parto.
El estudio de la UENFCD señala que entre las 281 mujeres que murieron en un año desde su último embarazo, el 77 % se suicidaron.
De acuerdo con los investigadores se encontró que “un embarazo sin perturbaciones reduce el riesgo de suicidios, mientras que el aborto está claramente ligado a un dramático aumento del riesgo del suicidio”, subrayó Teresa Zavala del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer (IRMA).
Asimismo, se evalúo el riesgo de muerte por accidentes. Entre las mujeres que abortaron en el año anterior a su muerte, el riesgo de muerte por accidentes fue cuatro veces mayor que las que llevaron a término su embarazo.
Es decir el dar a luz “tuvo un efecto protector”, pues el hallazgo sugiere que las mujeres con niños recién nacidos son probablemente más cuidadosas al evitar riesgos que podrían ponerlas en peligro o a sus hijos.
De las 281 mujeres que murieron después de un año de su último embarazo, agrega el estudio, 57 de ellas, es decir, el 20 por ciento, murieron a causa de lesiones debidas a accidentes.
Al respecto, menciona que una encuesta del Instituto Elliot destaca que de 256 mujeres que abortaron casi el 60 por ciento declararon que empezaron a perder los estribos con más facilidad después de sus abortos y 48 por ciento dijo que también eran más violentas cuando estaban enojadas.
El estudio de la UNFCD encontró que 14 de las 281 mujeres que fueron asesinadas por otra persona ocurrieron entre las mujeres que se habían practicado un aborto.
Los grupos de la sociedad mencionaron que de acuerdo al estudio, al comparar el aborto y el nacimiento, el riesgo de muerte por causas naturales es 60 por ciento más alto para las mujeres que tuvieron aborto inducido en el año anterior, en comparación con aquellos que llevaron a término el embarazo había una pérdida de un embarazo natural.
Como muestra, la publicación menciona que datos obtenidos a través de entrevistas y estudios muestran altos niveles de deseo de suicido, que van del 30 al 55 por ciento en mujeres que tuvieron un aborto, mientras los intentos de suicidio van del 7 al 30 por ciento.
Asimismo, la UENFCD señala que autoridades de salud de la Gran Bretaña analizaron sus datos de intentos de suicidio, antes y después de eventos de embarazo y encontró que después del embarazo hubo 8.1 intentos de suicidio por cada 100 mujeres que tuvieron un aborto, comparado con solo 1.9 intentos de suicidio de quienes dieron a luz.
La tasa de intentos de suicidio es más evidente entre mujeres menores de 30 años que tuvieron un aborto.
En suma, agregó Teresa Zavala del Instituto para la Rehabilitación de la Mujer los estudios de la Gran Bretaña y el de Finlandia asocian el nacimiento con un riesgo significativamente menor para la mujer, que cuando opta por practicarse un aborto.
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