Entre muchas dudas y temores que los rodean, los futuros papás suelen tener miedo de hacerle daño al bebé durante el coito. Preguntas como: “¿le molestará?”, “¿se sentirá presionado después del orgasmo?” o –incluso– “¿puede dolerme a mí las actividades íntimas?” son comunes durante el embarazo, pues ahora la pareja siente que hay un tercero en la cama.
Sin riesgos
Sin embargo, los expertos en el tema destacan que las prácticas sexuales durante el embarazo son seguras tanto para la madre como para la criatura.
“A las parejas usualmente les preocupa tener relaciones sexuales durante el embarazo, temiendo que esto cause un aborto o daño al bebé. Pero con un embarazo normal, las relaciones son seguras hasta en las últimas semanas del periodo gestacional. De hecho, algunos estudios sugieren que mantener relaciones sexuales durante el embarazo está asociado con un menor riesgo de un parto prematuro”, revela la Dra. Gutiérrez.
La ginecóloga obstetra Michelle Tulla señala que el pequeño está bien protegido en todo momento por el líquido de la matriz y por la pared muscular del útero, así que básicamente no tiene idea de lo que hacen mamá y papá.
Entre las condiciones que sí pueden hacer que las relaciones sexuales no sean seguras durante el embarazo figuran placenta previa (cuando está justo encima del cuello uterino), goteo del líquido amniótico (fuente rota), sangrado y cuello incompetente (cuando esta debilitado y se puede abrir).
Más placer
De acuerdo con la ginecóloga Gutiérrez, ese aumento en la libido tiene sus explicaciones.
“En el segundo trimestre ya han desaparecido los síntomas iniciales del embarazo –como las náuseas, vómitos, fatiga e incremento de la necesidad de orinar–, aumentando su deseo por el sexo. Una teoría es que algunas mujeres se sienten liberadas de la preocupación del control de la natalidad, y esto se suma a la constante sensación de cercanía especial con su pareja”, reconoce la especialista.
Otra explicación
para tener más ganas de lo habitual es el aumento del flujo sanguíneo en el área pélvica, que –según indica la Dra. Tulla– es bueno para el deseo.
“Hay pacientes que sienten que tienen más deseo y otras menos, y ambos escenarios son completamente normales. Eso viene por los cambios hormonales que existen en ella”, advierte la Dra. Tulla.
“Habla con tu pareja las cosas que más te gustan. A veces es suficiente un beso, una caricia, un abrazo, una cena con velas o una ducha juntos”, puntualiza la ginecóloga Gutiérrez, aclarando que no es preciso tener coito para lograr intimidad con la pareja.
El deseo por etapas
El deseo sexual puede disminuir a causa de una serie de síntomas físicos, como náuseas, vómitos, cansancio, dolor en los senos y necesidad frecuente de ir al baño.
Estas molestias habituales pueden convertir las relaciones sexuales en algo incómodo, incluso para el hombre.
La sexualidad se disfruta como nunca en el embarazo, pues ya han desaparecido o están mucho más controlados los temores y malestares iniciales.
El aumento del flujo sanguíneo en la pelvis de la mujer, hace que incremente el deseo, así como la capacidad de tener un orgasmo.
Los orgasmos en esta etapa pueden producir contracciones uterinas muy suaves que no suelen adelantar el parto.
Señales de alerta
Consulta con tu médico si presentas alguna de estas complicaciones de salud, pues pueden influir en las relaciones sexuales durante el embarazo.
1. Sangrado
2. Historial de aborto
3. Antecedentes de un parto prematuro
4. Placenta previa
5. Cuello uterino incompetente
6. Goteo del líquido amniótico (rompimiento de fuente)
2. Historial de aborto
3. Antecedentes de un parto prematuro
4. Placenta previa
5. Cuello uterino incompetente
6. Goteo del líquido amniótico (rompimiento de fuente)
Fuente: Dra. Lissette Gutiérrez y Dra. Michelle Tulla, ginecólogas obstetras
0 Comentarios