Gastar una broma de mal gusto en Facebook, y más si ésta está directamente relacionada con la integridad física de una persona, puede acabar realmente mal. Y sino que se lo digan a Shane Tusch, un californiano que decidió subir, a modo de broma, una foto suya en que amenazaba con tirarse desde el puente Golden Gate. En realidad, buscaba poner a prueba el servicio de prevención de suicidios de Facebook. ¡Y vaya si lo consiguió!
Como muchos sabréis, Facebook ponía recientemente en marcha un nuevo servicio de prevención de suicidios, para evitar que éstos se den en la medida de lo posible. No es la primera vez que un usuario amenaza con suicidarse a través de la red social y publica su última foto y sus últimas palabras en la red social. Esto ha hecho a Facebook tomar medidas.
Tras publicar Tush esta información, ésta fue rápidamente leída (no se concreta quién, si Facebook o un usuario cualquiera) y se avisó a la policía. La cuenta de Tush se bloqueó, siguiendo las directrices del programa de prevención de suicidios de Facebook. Era entonces el momento de que uno de los profesionales de la red social tendiese su ayuda a Tush, pero probablemente, debieron pensar que no era el momento de hacer terapia con uno de sus usuarios listo para hacer caída libre. En su lugar, Tush fue trasladado inmediatamente por la policía a un centro psiquiátrico.
En este caso, la broma ha salido cara a Shane Tusch, que probablemente habrá aprendido que este tipo de bromas carecen de todo humor, al tiempo que ha demostrado a Facebook que es muy difícil discernir qué es real y qué es totalmente falso.
Y esto plantea un importante debate: ¿Tiene Facebook el derecho de tomar decisiones como esta sobre nuestras vidas, aprovechando la información que publicamos? ¿Qué opinas?
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