BioBots, una empresa de EE.UU. dedicada a la biotecnología, ha creado una impresora 3D que utilizabiomateriales y células vivas para crear modelos 3D de tejidos vivos y órganos humanos.
El dispositivo ha sido presentado en el evento TechCrunch Disrupt en Nueva York, donde Danny Cabrera, co-fundador de BioBots, ha explicado que combina hardware, software y wetware.
El wetware es un término que hace referencia al hardware y el software, pero aplicado a formas de vida biológicas, y es precisamente en esta área donde se asienta la innovación de esta compañía, que hace posible la biofabricación de tejidos y órganos.
La biofabricación, que consiste en construir estructuras de tejido vivo de manera artificial, no es un campo nuevo, pero hasta ahora las máquinas que trabajaban con biomateriales eran grandes, complejas y costosas, con un precio aproximado de 100.000 dólares.
Para abaratar la producción en este campo de la biotecnología, los fundadores de BioBots se inspiraron en las impresoras 3D para crear su bioimpresora, que utiliza el mismo mecanismo para trabajar con los biomateriales que las impresoras tradicionales para imprimir en plástico.
Sin embargo, en lugar del material plástico, la bioimpresora 3D "utiliza una tinta especial que se puede combinar con biomateriales y células vivas para construir tejido vivo y órganos humanos en miniatura en 3D", según explica Danny Cabrera.
Las aplicaciones médicas de este dispositivo pueden ser infinitas, pero BioBots considera que donde mejor encaja en la actualidad es en la industria clínica y farmacéutica, dado quepuede sustituir a las pruebas con animales.
Los laboratorios pueden utilizar al impresora para fabricar modelos 3D de tejidos vivosutilizando células humanas, que son mucho más complejos que los tejidos de los animales.
Además, a la hora de tratar enfermedades, resultaría mucho más efectivo tomar una muestra de las células del paciente para fabricar tejidos vivos a partir de las mismas.
De esta manera, se podrían probar diferentes tratamientos para llevar a cabo una terapia personalizada, viendo los resultados en las propias células del paciente. Así, se podría producir un medicamento completamente individualizado y efectivo para tratar el caso concreto de cada persona.
El precio de la bioimpresora 3D es de 5.000 dólares. BioBots comercializa también diferentes tintas, como la tinta de cartílago, que tiene un precio de 700 dólares.
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