A decir verdad, más que una segunda piel estaríamos hablando de una pantalla ultra final, colocada alrededor de nuestro cuerpo y que no necesita luz para funcionar. Se movería como una segunda piel, parecida a la de animales como los camaleones o los pulpos.
Por supuesto, no hace falta que os digamos lo delgada que tendría que ser esta pantalla. Para conseguir este nivel de delgadez los investigadores han decidido dejar de buscar la solución en las superficies creadas por el hombre, y comenzar a investigar en las "pantallas" de la naturaleza: la piel de los animales camaleónicos.
Si un pulpo puede variar no sólo el color, sino también la textura de su piel a voluntad¿podemos recrear estas circunstancias? ¿Podemos recrear una piel orgánica que cambie de color al aplicarle una pequeña corriente eléctrica?
Para recrear este tipo de nanoestructura, los científicos han tratado decoloccar una capa de cristal líquido absurdamente delgada sobre un andamio metálico microscópico, con lo que la capa de piel falsa podría reflejar algunas longitudes de onda de la luz.
Y lo mejor de esta piel falsa es que es capaz de mostrar prácticamente cualquier color, mientras que las pantallas delgadas desarrollandas anteriormente tenían un repertorio bastante limitado. Ahora, con este nuevo producto, estamos hablando de una superficie mucho más capaz y 15 veces más delgada que un cabello humano.
De momento, sus creadores no han pensado en las aplicaciones militares o voyeurs, sino que han hablado de la moda. "¿Para qué quiero 50 camisetas en mi armario, si puedo cambiar el color y los dibujos de una sola?" declaraba Debashis Chanda, el lider de esta investigación.
[Via ComputerHoy]
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