Hace unos meses pasé una semana utilizando única y exclusivamente una BlackBerry Passport, una experiencia que reflejé aquí. Fue ligeramente traumático, pero sirvió para sacar algunas valiosas lecciones. La más importante: BlackBerry sigue haciendo muchas cosas mal, pero los teclados físicos no es una de ellas. Y eso es bueno.
Es bueno desde diferentes ángulos. El primero y más obvio es que sigue siendo positivo que, a pesar de haber bajado del otrora olimpo de los smartphones, BlackBerry sigue conservando uno de los toques que en su momento la hicieron única. Pero es bueno también porque, a la luz de las recientes filtraciones, primero en renders y más tarde en fotos y vídeos reales, parece que el siguiente producto de la compañía será una especie de hijo mestizo entre lo que fue en su día la Passport y lo que es hoy un teléfono Android convencional. Con un extra: el bendito teclado.
El dispositivo, cuyo nombre provisional parece ser BlackBerry Venice, llegaría más o menos un año después que su predecesor, a mediados de noviembre de 2015. Todavía no está claro cómo va a ser la integración con Android, si heredará algún elemento específico de BlackBerry 10 construido de manera específica para el sistema o si llevará una ROM de Lollipop nativa a pelo pero sinceramente, no me importa. En su lugar, la verdadera promesa escondida de Venice parece ser esa que aparece cuando se desliza la carcasa para que aparezca el teclado.
Los intentos hasta la fecha han sido catastróficos
Es el teclado el que tiene parte de la culpa de que Passport sea una máquina de productividad arrolladora. Y la cuestión es que cuando buscamos referentes parecidos en Android, el primer ejemplo que viene a la mente es algo tan esperpéntico como el último accesorio para el Galaxy Edge+.
Quedan algo más lejos en el tiempo, pero tampoco conviene olvidar intentos como el de HTC con el Cha Cha:
La promesa: productividad de la vieja escuela + aplicaciones
Venice podría ser de los pocos, si no el primero, terminal con Android y un teclado físico a la altura. El mismo teclado que un aparente nutrido de nostálgicos están echando de menos desde que tuvieron que abandonar la plataforma en busca de alternativas no sólo más modernas sino que también cumplen mejor con la otra parte de la ecuación: las aplicaciones.
El catálogo de BlackBerry World no sólo es paupérrimo comparado con el de Google Play Store sino que además, en los pocos ejemplos donde la aplicación es multi plataforma, en el caso de BlackBerry son numerosas las ocasiones en las que esta tiene o bien menos funciones, o bien llegan más tarde que en iOS/Android o directamente está peor diseñada y no es oficial.
La conjunción de ese teclado más un par de ajustes bajo el capó puede dar como resultado la misma máquina de productividad aunque en esta ocasión no se mueva sobre BlackBerry 10, tanto para bien como para mal, y en su lugar, lo haga sobre Android.
El resultado concreto todavía resulta complicado de predecir pero probablemente se alinee en los términos de la Passport. No sé hasta qué punto hay una cantidad de gente pidiendo la productividad y un teclado físico por encima de todas las cosas en un teléfono. El resultado del experimento no será probablemente una BlackBerry para dominarlos a todos y volver de entre los muertos, simplemente, y ya es un gran avance, una BlackBerry mejor.
[Via Gizmodo]
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