Los bebés sonríen a su madre todo el tiempo. Podrías pensar que es ella la que le arranca la sonrisa, pero muchas veces ocurre al revés. ¿Por qué lo hacen? Un equipo de científicos e ingenieros ha publicado hoy un estudio que analiza este comportamiento. La conclusión es curiosa: antes de cumplir los cuatro meses, tu bebé ya ha aprendido a manipularte.
abemos que los niños de entre 8 y 12 meses utilizan gestos para conseguir algo de sus padres, como un juguete que no pueden alcanzar. Los más pequeños (de cuatro meses o menos) no pueden hacer esto, pero sí sonríen con frecuencia a los adultos. Investigadores de las universidades de Olin, Miami y San Diego se propusieron averiguar si estas sonrisas tienen algún propósito.
Para la primera parte del estudio, analizaron estadísticamente las relaciones de 13 bebés, de entre cuatro y diecisiete semanas, con sus madres. Los observaban y contabilizaban las sonrisas de ambos. Consiguieron determinar por qué sonríe cada uno: las madres enseñan una sonrisa a sus bebés con el objetivo de sonreír a la vez durante el mayor tiempo posible; en cambio, los bebés sonríen a sus madres con el objetivo de que ellas sonrían el mayor tiempo posible. En otras palabras: las madres quieren compartir una sonrisa mutua, mientras que los bebés, en el 80% de los casos, sólo están interesados en que sonría ella.
Es más, estos recién nacidos demostraron saber exactamente cómo conseguir sonrisas más duraderas en sus progenitoras. Tienen una estrategia “muy sofisticada” para maximizar el tiempo de sonrisa de sus madres y a la vez minimizar el suyo. No se trata de dejar de sonreír cuando ellas estén sonriendo (porque las madres se cansan de sonreír solas) sino de mostrar una sonrisa en el momento justo para que ellas mantengan su sonrisa de
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