Después de ser uno de los fabricantes de smartphones más populares, de recorrer el camino que va desde el anonimato hacia la envidia competitiva, HTC como compañía se encuentra en caída libre, y sin frenos. La solución, más bien una de ellas, puede ser el One A9, un teléfono con unas similitudes quizá exageradas al iPhone 6.
Que un fabricante de Android copie a Apple hace tiempo que dejó de ser un hecho fuera de lo común. Samsung utilizó la misma estrategia durante años (hasta que fue demandada por Apple y perdió en los tribunales) no sólo a nivel de diseño sino también en marketing y para otras compañías como Xiaomi o Meizu Apple básicamente forma parte de su ADN corporativo.
HTC en cambio, siempre ha sido distinta, el primer One inició en 2013 uno de los mejores ejercicios de diseño en un móvil probablemente, no deja de ser irónico, desde el mismo iPhone. Un ejercicio alabado y aplaudido: HTC ha tropezado con muchas piedras durante el camino, pero ni el diseño ni una cuidada elección en los materiales han sido objeto de reproche.
Mucho de iPhone, un poco de Samsung
Si nos atenemos a las fotos filtradas por varias fuentes y varias compañías del terminal llama precisamente la atención ver un giro de timón, aunque sea algo sutil, en tal estrategia. De hecho, siendo rigurosos, el A9 que conocemos tiene mucho de iPhone (el perfil, los biseles, los divisores en plástico, la parte superior, el cristal ligeramente curvado en los bordes) pero también algo de Samsung, ese botón de inicio que probablemente oculta un sensor de huellas dactilares y que “choca” con la política que la compañía había seguido hasta hora: botones virtuales en pantalla en lugar de físicos en la carcasa.
¿Por qué ese cambio y por qué ahora? Sin tener más pistas sobre el HTC One A9 salvo su diseño, su descabellado precio y que se presentará mañana, es complicado decirlo. Pero puede ser, a regañadientes, el primer impulso hacia un cambio de estrategia, una estrategia que los lleve más a parecerse a Xiaomi, y a Samsung que a un fabricante único, original y orgulloso de serlo, pero al que se lo han comido los lobos.
El HTC One A9, según los rumores, no será un nuevo terminal insignia para la compañía pese al batacazo del HTC One M9. En su lugar parece que intentará batir el agitado terreno de la gama media, un lugar donde hay que llevar bien henchidos dos estandartes: el de un buen precio y una ficha técnica a la altura. Mañana saldremos de dudas.
¿Funcionará como estrategia? Es posible, el iPhone tiene un componente aspiracional muy fuerte que el resto de fabricantes aprovechan cuando se quedan como segunda opción. Un HTC más iPhone o un HTC más Samsung no será más iPhone ni más Samsung, solamente menos HTC, y todavía no estoy seguro de que eso sea una buena idea.
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