Uno de los mayores “problemas” de la exploración espacial en la actualidad es el tipo de combustible que usan los cohetes y satélites. El proceso de manipular y procesar la hidrazina es muy costoso y peligroso, por lo que laNASA lleva años buscando una alternativa más ecológica (y económica). Ahora, están cada vez más cerca de conseguirlo.
La agencia espacial ha estado probando un nuevo tipo de combustible más “verde” que está basado en una variante del nitrato de amonio, complementado con metanol, amonio y agua. Aseguran que es mucho más estable que la hidrazina y no es sensible a los impactos, el aire o la humedad. Y lo más importante, no es tan corrosivo o tóxico como el combustible de cohete tradicional.
Actualmente este combustible ya está siendo utilizado en el satélite PRISMA para trabajar en conjunto con el combustible tradicional de cohete. El gran problema de esta alternativa ecológica es que calienta mucho más que el combustible tradicional. El doble, para ser más precisos.
Pero su uso es muy práctico, inclusive ahora. Mientras el cohete tradicional puede llevar al cohete o satélite a órbita, esta alternativa puede servir para maniobrar una vez estando en el espacio. Un motor de empuje de apenas 22 Newtons puede servir perfectamente para maniobrar donde no hay gravedad, utilizando este combustible “amigable con el ambiente”.
Todavía falta mucho antes de que reemplace por completo a la hidrazina, pero la NASA confía en que van por buen camino.
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