Hubo un tiempo, en la denominada etapa dorada de los videojuegos, donde había una fórmula para pasarte esa fase o juego en el que te habías quedado sin terminar por su dificultad. Pulsando unos patrones en el mando de la consola conseguíamos potenciadores o vidas que facilitaban el juego. Se trataba del huevo de pascua más legendario, el llamado código Konami. Y todo surgió por el despiste de un programador.
Para los más jóvenes es posible que el nombre no les diga mucho o nada pero a finales de los 80 encontrar un patrón de estas características era, además de una novedad, la puerta para pasarte un título al que habías dado por perdido. El código Konami, también conocido como comando Konami, es también por motivos obvios el huevo de pascua más perdurable de la historia de los videojuegos. Veamos su historia.
Historia de un huevo de pascua legendario
Cuando hablamos de un huevo de pascua (virtual) estamos ante un mensaje o capacidad oculta dentro de una gran variedad de contenido en películas, DVD, videojuegos o programas informáticos. El primero nació de la propia Konami con el título Adventure, un videojuego de 1979 considerado el primero de acción y aventura para el Atari 2600.
Si ya de por sí era mítico, Adventure incluía por primera vez un huevo de pascua en un videojuego. Lo hacía a través de un píxel invisible o del mismo color que la pared de la fase (el denominado punto gris). Este pixel nos permitía acceder a un cuarto secreto donde podíamos leer el nombre de su creador.
No era nada del otro mundo y desde luego no ofrecía lo que hace el código Konami, pero fue el comienzo de estas pequeñas sorpresas que más tarde la industria del ocio ofrecería en los títulos. Y aquí es donde el código Konami entra en acción.
Para aquellos que no estén familiarizados con la historia debemos retroceder a los años 80, momento en el que Konami lanza una serie de títulos durante varios años donde resulta que al presionar con el mando unos patrones (arriba, arriba, abajo, abajo, izquierda, derecha, izquierda, derecha, B, A) el jugador se encontraba con, o bien una serie de potenciadores y mejoras en forma de vidas durante la partida, o bien algún tipo de bonificación, en cualquier caso la recompensa dependía del juego.
El código en sí mismo fue presentado inicialmente en el año 1986 con el portdel juego Gradius para la consola Nintendo Entertainment System (NES), aunque se hizo tremendamente popular posteriormente por su aparición en 1988 para el juego Contra de NES. En este caso el “truco” le otorgaba al usuario nada menos que 30 vidas adicionales (de las 3 con las que partía).
¿Pero quién fue el que incluyó el código y por qué razón? Contrario a lo que muchos piensan, no fue a propósito. Cuando se estaba desarrollando Gradiuspara NES, el encargado de ello fue el desarrollador Kazuhisa Hashimoto, y para ser honestos con la realidad, el hombre que estaba desarrollando el juego era bastante malo a los mandos del título.
Eran los 80, así que Hashimoto también hacía las labores de tester. El desarrollador, además de llevar a cabo el port del juego, también debía buscar posibles fallos o errores. En otras palabras, debía acabarse el juego para asegurarse antes del lanzamiento de que todo estaba correcto. Como al hombre no se le daba nada bien, decide hacerlo más fácil. De esta forma Hashimoto inserta un código que le otorgaría un arsenal de potenciadores.
En cuanto al patrón en sí mismo y su historia, el desarrollador contaría más tarde que realmente no había historia. Él era el único haciendo uso del mismo patrón que se acababa de inventar, y por tanto lo único que hizo fue crear una secuencia que podría recordar fácilmente.
Lo curioso de la historia es que el truco no estaba destinado a incluirse en el título. Cuando acabó el desarrollo y probó el juego completo, Hashimoto se olvidó de eliminar el código antes de liberar el juego. Luego este pasó a producción con la inclusión de dicho código y de ahí a las estanterías de las tiendas.
¿Qué ocurrió entonces? Que a otros colegas desarrolladores de Hashimoto en Konami les encantó la idea de un código “secreto” que les ayudara e hiciera más fácil de completar un título mientras lo probaban. Así fue como otros equipos de desarrollo en Konami pasaron a insertarlo en otros tantos títulos en los que estaban trabajando.
En cuanto a la manera en que el famoso código llegó a oídas de los jugadores no está del todo claro. Lo que sí es cierto es que una vez vio la luz el boca a boca hizo el resto, lo que paralelamente acabó inspirando a los desarrolladores de la compañía a incluirlos en el futuro (ejemplo de lo que ocurrió con Contra). En el fondo, Konami (y los desarrolladores) de manera accidental había creado un “modo extra” apiadándose de los gamers y la dificultad que entrañaban muchos de estos títulos de acción.
Las revistas especializadas luego hicieron el resto dando a conocer a toda la generación de jugadores la existencia de una vía “sencilla” para terminar el juego. La popularidad que alcanzó el código con los jugadores derivó en una decisión que, aunque de diferentes formas, se ha mantenido en el tiempo. Pasaron a implementarlo en la mayoría de títulos posteriores y tras Konami se sumaron otros fabricantes que emplearían sus propios códigos.
No fue el primero, pero probablemente sí fue el huevo de pascua más importante de la historia. Su éxito supuso que más tarde estos contenidos ocultos traspasaran fronteras a otros sectores.
Bonus: Existe una web donde podemos acceder a todos aquellos sitios que, de una manera u otra, reaccionan al famoso código con otros huevos de pascua. Claro, para activarla hay “truco”…
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