A finales del siglo XIX se abrió un nuevo punto de entrada a Estados Unidos: Ellis Island. Más de 12 millones de inmigrantes pasarían por la isla en sus viajes al país. Se estima que casi el 40 por ciento de estadounidenses tienen un antepasado que entró por Ellis Island.
Cuando un inmigrante llegaba a la isla, tenía que unirse a la larga cola de personas que estaban esperando para realizar los procesos de entrada, que incluían una inspección legal y médica. Las autoridades de inmigración examinaban a los inmigrantes buscando enfermedades físicas y mentales, analizaban si tenían estabilidad económica y evaluaban si tenían opiniones radicales. El objetivo de esta inspección era determinar si un inmigrante estaba en condiciones para entrar al país. Aunque la mayoría de inmigrantes pasaban por el proceso en unas horas, otros tardaban días o semanas.
Uno de los procesos más estresantes era la revisión física y mental. Según Howard Knox, un doctor en la isla, era importante analizar la inteligencia de los inmigrantes por el siguiente motivo:
“El objetivo de nuestra escala de medición intelectual en Ellis Island es identificar los inmigrantes que, por su composición mental, pueden llegar a ser una carga para el estado o que pueden producir una descendencia que puede requerir cuidado en prisiones, manicomios u otras instituciones”.
Antes de 1912, las autoridades administraban pruebas de CI (cociente intelectual) a los recién llegados. Sin embargo, estas pruebas, que requerían un conocimiento lingüístico y cultural, no necesariamente reflejaban la inteligencia de los inmigrantes. Un inmigrante podía ser inteligente pero simplemente no tener los conocimientos necesarios para la prueba.
En un intento de ser más progresivo, Knox diseñó una nueva prueba llamada la “Prueba de los Perfiles” que administró de 1912 a 1916. Se trataba de un puzle de la cara de un hombre hecho con piezas de madera. Los inmigrantes tenían 5 minutos para hacerlo. Si no lo hacían, podría contar en su contra e influir en la decisión de los oficiales para denegarle la entrada al país.
El Smithsonian Museum of Natural History tiene la prueba en su colección:
Aunque a primera vista el puzle parece “fácil”, muchos de los inmigrantes que fueron obligados a realizarlo acababan de desembarcar de un viaje muy largo. Algunos de ellos no habían dormido o se encontraban mal físicamente.
Esta prueba es uno de los ejemplos del efecto de la eugenesia, una pseudociencia que pretendía mejorar la humanidad a través de eliminar la reproducción o restringir la entrada al país de personas “inadecuadas”. Esta pseudociencia tuvo una gran influencia en las políticas migratorias de Estados Unidos en esta época.
En el año fiscal de 1914, 957 personas fueron deportadas por tener algún tipo de defecto mental.
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