Ir a una tienda física, ver el producto que te gusta, probártelo y a continuación comprarlo más barato en Amazon. Mucha gente de todo el mundo repite una y otra vez este proceso,
para desesperación de los vendedores. Amazon lo sabe y por eso quiere evitar que le ocurra lo mismo en sus tiendas físicas.
Para evitar que los clientes comparen los precios de Amazon con los de otras tiendas online más baratas, la compañía bloqueará el acceso a esas tiendas y los comparadores online dentro de sus tiendas. Así lo recoge una patente registrada en 2012 de la tecnología necesaria para ello.
Eso sí, el bloqueo a los comparadores de precios de Amazon tiene truco: sólo funcionará si estás conectado a la red WiFi de la propia tienda. Según el informe publicado, así lo recoge el fichero de la patente. Además de impedir la carga de webs “hostiles”, también se puede redirigir al clientes hacia la página del producto en Amazon.
También está previsto el acceso a información como localización o preferencias del usuario para mostrar publicidad y ofertas personalizadas, algo que ya hace Google. En este caso se trataría de desincentivar la compra en sitios de terceros.
Esta práctica no parece muy honesta por parte de Amazon, que se beneficia y mucho del margen de ventaja que tiene su tienda online con respecto a las físicas. Es lo que impulsa a muchos clientes a comprar el producto en su web después de haberlo visto y tocado físicamente.
La apertura de locales comerciales de Amazon entra en los planes a corto plazo de la compañía dirigida por Jeff Bezos. No obstante, el comercio online va a seguir siendo con mucha diferencia el principal pilar de la empresa. Su crecimiento en España y otros países es exponencial, en parte debido a la gratuidad de Prime durante un mes.
0 Comentarios