Podría parecer extraño que el Note más reciente de Samsung que puedes comprar sea el Galaxy Note 5, que debutó en agosto de 2015.
Pero es que el Note 6 nunca existió (Samsung se saltó ese número para pasar directamente al Note 7) y, a pesar de los múltiples intentos de arreglar su batería, el Note 7 fue retirado de las tiendas, lo que dejó un agujero de 5,7 pulgadas en la línea telefónica de Samsung. Si yo fuera un fanboy del Note, estaría muy cabreado por la triste serie de desdichas que ha resultado en un año perdido.
Pero es que el Note 6 nunca existió (Samsung se saltó ese número para pasar directamente al Note 7) y, a pesar de los múltiples intentos de arreglar su batería, el Note 7 fue retirado de las tiendas, lo que dejó un agujero de 5,7 pulgadas en la línea telefónica de Samsung. Si yo fuera un fanboy del Note, estaría muy cabreado por la triste serie de desdichas que ha resultado en un año perdido.
Así que ahora Samsung está buscando compensar los errores del pasado con el nuevo Galaxy Note 8, que toma prestados muchos elementos de diseño y estilo del Galaxy S8, lo mejora con las características de productividad tradicionales que encontramos en anteriores Note y se pone al día con otros grandes teléfonos introduciendo finalmente el primer módulo de doble cámara de Samsung.
Y antes de que pongas el grito en el cielo: sí, el sensor de la huellas dactilares del Note 8 está situado a la derecha de la cámara, y no, no es un problema tan grave.
Con 6,3 pulgadas de diagonal, la pantalla 18,5:9 del Note 8 es ahora más grande que nunca. De hecho, tiene más pantalla que prácticamente cualquier otra cosa del mercado, al tiempo que conserva los marcos casi inexistentes que vimos en la pantalla Infinity del S8.
La forma general del Note 8 es también más estilizada que la de sus hermanos más pequeños, con esquinas más cuadriculadas y bordes menos curvados, sin comprometer las características estándar de Samsung, como la resistencia al agua con certificación IP-68, la pantalla AMOLED 1440p, la ranura para tarjetas microSD y el botón home virtual. También tiene toda la gama de opciones de seguridad biométricas de Samsung, desde la huella digital hasta el lector de iris.
Pero es en la parte trasera donde Samsung ha sacado sus armas, y esta vez son de doble cañón. Si bien el módulo de doble cámara se ve un poco tosco gracias a la cubierta negra que cubre todo el asunto, las especificaciones son incontestables. El Note 8 viene con una cámara estándar de 12 megapíxeles f/1.7 y una cámara secundaria de 12 MP f/2.4 con zoom óptico de 2x. Esto pone al Note 8 en la misma liga en cuanto a zoom óptico que el iPhone 7 Plus y el Huawei P10, pero la presencia de un estabilizador óptico de la imagen (OIS) tanto en la lente estándar como en la de zoom hacen que Samsung destaque. La estabilización de la cámara trasera hace que no tengas que preocuparte tanto por el movimiento de la cámara, que es un problema que se vuelve más pronunciado cuanto más zoom haces, y francamente es una innovación que me sorprende que otras empresas no hayan implementado ya.
La otra gran mejora de la cámara es el nuevo modo de enfoque Live Focus de Samsung, que utiliza un truco de cámara para capturar imágenes utilizando las dos lentes al mismo tiempo. Esto te permite ajustar la cantidad de desenfoque o nitidez que aparece en tus fotos, y se puede ajustar tanto en tiempo real como a posteriori a modo de posproducción. Samsung dice que el modo Live Focus incluso te permite combinar el campo de visión estándar y la perspectiva del objetivo de zoom en un solo disparo, por lo que podrías ser capaz de crear una foto en la que se respira el paisaje de una lente gran angular y la buena apariencia de un objeto que puedes encontrar en un lente de retrato. El único coste real es un tamaño de archivo ligeramente mayor, que generalmente pesa entre 15 y 20 MB.
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