Un nuevo tiroteo tuvo lugar este domingo en Estados Unidos. Devin Patrick Kelley, de 26 años, abrió fuego en la Primera Iglesia Bautista de Sutherland Springs, al sur de Texas. Greg Abbott, gobernador de ese estado, informó que el saldo de víctimas es de 26 muertos y decenas de heridos.
El agresor murió luego de una breve persecución con la policía.
"Hasta este momento, hay 26 vidas que se han perdido. No sabemos si ese balance se agravará o no", reconoció Abbott, quien aseguró que este ataque fue "el peor tiroteo en masa en la historia" de Texas.
Kelley perpetró el ataque con un rifle de asalto, y llevaba puesto un chaleco antibalas, según detallaron las autoridades.
Tras el tiroteo, escapó con su automóvil y comenzó una persecución. Luego de casi 15 kilómetros fue alcanzado por la policía.
La primera víctima fue identificada como Annabelle Pomeroy, de 14 años, hija del pastor de la Primera Iglesia Bautista, Frank Pomeroy.
Otra de las víctimas, también menor de edad, es el hijo de 13 años de Amanda Melel, quien dio la noticia a la cadena MySA.
Un niño de 6 años, de nombre Rylan, por su parte, recibió cuatro disparos y se encuentra en cirugía luchando por su vida.
Según KENS 5, un testigo informó que un niño de apenas de dos años se encuentra entre los heridos de bala.
Una portavoz del Centro Médico Connally Memorial en el cercano pueblo de Floresville dijo a la cadena Fox News que "numerosos pacientes" fueron trasladados a ese hospital tras el ataque. Sin embargo no dio cifras.
Varios testigos, citados por los medios de la zona, confirmaron que se escucharon varios disparos desde la iglesia, y detallaron que cerca de 50 personas suelen asistir a los servicios religiosos.
El hecho tuvo lugar pasadas las 11.30, hora local, mientras se desarrollaba el culto habitual de los domingos en la iglesia bautista.
Sutherland Springs está ubicado a 65 kilómetros al este de San Antonio.
Desde Japón, donde se encuentra de gira oficial, el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, envió un mensaje a las víctimas: "Que Dios esté con la gente de Sutherland Springs, Texas. El FBI y la policía están en la escena. Estoy monitoreando la situación desde Japón".
[Infobae]
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