Por primera vez en casi siete décadas, el Gobierno federal ejecutó a una mujer. Lisa Montgomery, de 52 años, fue declarada muerta este miércoles a las 1:31 am, luego de recibir una inyección letal en la prisión federal de Terre Haute, Indiana.
La mujer de Kansas fue condenada a muerte por estrangular a una mujer embarazada en Missouri y cortar al bebé que llevaba en su vientre.
Al comenzar el proceso, una mujer que estaba de pie se inclinó hacia Montgomery, le quitó suavemente la mascarilla y le preguntó si tenía unas últimas palabras.
"No", respondió la mujer con una voz tranquila y apagada. No dijo nada más.
El martes, un juez federal había concedido a Montgomery un aplazamiento temporal de su ejecución a la espera de una revisión de su capacidad mental para entender este castigo.
Pero la madrugada del miércoles la Corte Suprema levantó la suspensión de la corte de apelaciones que la bloqueaba.
"La cobarde sed de sangre de una Administración fallida se mostró esta noche", dijo en un comunicado la abogada de Montgomery, Kelley Henry.
La mujer fue condenada en 2004 por asesinar a una mujer que estaba embarazada de 8 meses. La estranguló con una cuerda y con un cuchillo de cocina extrajo al feto. La bebé sobrevivió y Montgomery, que en ese momento tenía 34 años, trató de hacerla pasar por suya, pero fue detenida. Un jurado dio sentencia unánime de muerte.
Henry dijo que su cliente sufría una grave enfermedad mental que fue "exacerbada por la tortura sexual que sufrió durante toda su vida a manos de sus cuidadores". Expertos en psiquiatría presentaron declaraciones juradas como parte de su apelación alegando que no se comprende los motivos de su ejecución.
"La Octava Enmienda prohíbe la ejecución de personas como Montgomery debido a su severa enfermedad mental o daño cerebral. Se está deteriorando mentalmente y estamos buscando una oportunidad para probar su incompetencia", añadió Henry.
Montgomery fue encarcelada en una prisión federal femenina en Fort Worth, Texas, donde el personal está capacitado para tratar problemas de salud mental. Sus abogados aseguran que el jurado nunca se supo completamente de las graves enfermedades mentales diagnosticadas por los médicos.
Inicialmente, Montgomery iba a ser ejecutada en diciembre, pero la fecha se retrasó porque sus abogados, que se encuentran en Nashville, Tennessee, contrajeron coronavirus mientras viajaban a Texas y trabajaban en su caso.
La última vez que el Gobierno ejecutó a una reclusa fue en 1953. Se trató de Bonnie Brown Heady de Missouri, quien fue condenada a muerte por el secuestro y asesinato de un joven.
Además de la de Montgomery, hay otras dos ejecuciones federales programadas para llevarse a cabo esta semana.
Se trata de la 11ª prisionera en recibir una inyección letal allí desde julio, cuando el presidente, Donald Trump, reanudó las ejecuciones federales después de 17 años: la mayor cantidad en un período presidencial en más de 130 años.
La muerte de Montgomery se produce en los últimos días del Gobierno de Trump. El presidente electo, Joe Biden, ha sugerido que pondría una moratoria a la pena de muerte federal.
Fuente: MSN
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