Investigadores de la universidad del estado de Oregon han sido capaces de crear un sensor que hace las veces de detector de comida en mal estado y de detector de bombas y explosivos. Sí, parece raro mezclar ambos conceptos, pero este sensor sería capaz de detectar ambos elementos a la vez. Está especialmente diseñado para detectar la presencia de dióxido de carbón.
Si por algo resultaría importante el resultado de esta investigación, ya no es sólo porque se pueda prescindir de los perros que hoy día se entrenan para que sean capaces dedetectar la presencia de explosivos. Ya no habría que recurrir a los costosos chips que se pueden encontrar hoy día en el mercado. Y es que éste es uno de los importantes puntos a favor de este sensor, su bajo coste de producción.
Además, sería mucho más cómodo disponer en aeropuertos y otras zonas de gran afluencia, de este tipo de sensores, en lugar de utilizar los perros amaestrados para esta tarea. También explican sus inventores que podría sustituir los análisis de sangre para detectar si un individuo ha ingerido bebidas alcohólicas. Además, resultaría cómodo utilizarlos en laindustria alimentaria y probablemente simplificaría los controles sanitarios.
Este sensor superfino, ya que emplea nanotecnología, es capaz de absorber el gas del entorno. Lo que hace en realidad es magnificar las señales químicas que delatan la presencia del gas.
Por el momento, la universidad del estado de Oregon ya ha patentado su descubrimiento y se espera que pasen unos años hasta que éste llegue al mercado, momento en el cual se espera que abarate notablemente los costes actuales.
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