Luego de siete episodios tan decepcionantes, Juego de Tronos retoma esa calidad que tanto alabamos y aplaudimos al final del octavo episodio. La última escena (hasta ahora) de la serie ha sido de las mejores que ha tenido, y afirma algo muy importante: el invierno está realmente cerca, más cerca de lo que imaginamos.
Advertencia: a continuación trataremos temas relacionados a los últimos acontecimientos de la serie Juego de Tronos hasta el octavo episodio. Si no estás al día con la serie, encontrarás spoilers a continuación. Eso sí, aquí hablaremos de la serie, no de los libros.
La última escena del octavo episodio de esta quinta temporada de Juego de Tronos fue, sencillamente, impresionante. No sé cuánto tiempo duró, quizás fueron dos minutos, o cinco, o más de diez, pero de cualquier forma se nos hizo corta, muy corta, con tanta acción y emoción que ha sido uno de los mejores momentos de la serie hasta ahora.
La batalla de “Hardhome” (lugar donde se encontraban los pueblos libres -salvajes- del norte) fue una advertencia clara de lo que se avecina. Y es que desde la primera temporada Juego de Tronos nos amenaza con una horda de “Caminantes Blancos” (extraños hombres huesudos congelados de ojos muy azules y aspecto perturbador) que no sabemos quiénes son, ni qué quieren, ni cuándo terminarán de llegar al muro. El último episodio no nos responde la mayoría de estas preguntas, pero sí nos aclara algo:
Los Caminantes Blancos están más cerca que nunca. Solamente miren este mapa:
El mapa anterior fue ilustrado por Jonathan Roberts, y como ese, muchas de sus obras son parte del libro “The Lands of Ice and Fire (A Game of Thrones): Maps from King’s Landing to Across the Narrow Sea”, o lo que es lo mismo, el libro oficial de mapas para la serie de televisión y todo el universo de Canción de Hielo y Fuego de George R.R. Martin.
Roberts, cómo no, es fanático de la serie, y luego de este impresionante episodio nos quiso aclarar un par de cosas en su blog oficial:
“El Muro mide unos 480 kilómetros de largo, lo que ubica al Castillo Negro a unos 200 kilómetros de la costa oriental de Westeros. Hardhome se encuentra a unos 500 kilómetros del Castillo Negro pero solo unos 250 kilómetros de Eastwatch (la costa oriental). Lo que quiero decir es que esto no es tan lejos como podríamos pensar, y asumiendo que aunque el ejército de muertos camina a un paso más lento que el de cualquier humano (pero no duermen), pueden llegar al muro en apenas unos tres días”.
Sí, tres días. Apenas tres días para alcanzar el Muro en la Costa Oriental, de ahí sería necesario caminar menos de dos días para llegar al punto del Muro en el que se encuentra el Castillo Negro, si es que les provoca, dado que podrían atacar Eastwatch directamente, y ya sabemos muy bien que estos muertos pueden escalar con facilidad.
En pocas palabras, el invierno, el verdadero invierno de los Caminantes Blancos está más cerca que nunca. Los Caminantes Blancos podrían atacar en cualquier momento al Muro, esta misma temporada. De hecho, no es de locos pensar que el final de temporada será una escena épica llena de emoción en la que los zombies congelados extraños estén escalando el Muro hacia un inevitable ataque.
Por otro lado, ¿por qué atacar Hardhome en vez de dirigirse de una vez al Muro? Si vemos con atención el mapa nos percataremos de que el pueblo en el que estaban escondidos los pueblos libres solo tiene un acceso por tierra, y es en sentido contrario al Muro. Esto quiere decir una sola cosa: los Caminantes Blancos y su Rey estaban persiguiendo a los salvajes, querían atacarlos, y el momento en el que ese imponente espectro helado levanta sus manos nos aclara su motivo: agrandar su ejército usando los muertos de sus enemigos.
No queda dudas que los últimos dos episodios de esta temporada serán muy emocionantes, sobre todo el 9, un episodio que año tras año incluyó alguno de los momentos más fuertes y emotivos de la serie (como las muertes de tantos Stark, por ejemplo).
El invierno se acerca... y está más cerca que nunca.
[Via Gizmodo]
0 Comentarios