Apenas faltan unos días para el estreno de Jurassic World, y un grupo de científicos acaba de hacer un hallazgo que recuerda al planteamiento de la película. Investigadores del University College de Londres han hallado muestras de células sanguíneas y fibras de colágeno en un hueso de dinosaurio de hace 75 millones de años.
El hallazgo es importante porque aporta nuevas pruebas de que en realidad no es tan raro encontrar restos orgánicos blandos en relativamente buen estado en fósiles de dinosaurios. Los huesos sobre los que han trabajado los investigadores no estaban especialmente bien conservados. Se trataba de fósiles que llevaban más de un siglo almacenados sin precauciones especiales en el Museo de Historia Natural de Londres. Hasta ahora, solo se habían podido extraer muestras de tejido orgánico de este tipo en huesos extraídos del yacimiento bajo unas condiciones de asepsia y conservación especiales. Y a pesar de ello, esas muestras se han recibido con mucho escepticismo dentro de la comunidad científica.
Los propios autores del estudio se han mostrado muy cautos con los resultados y explican que aún será necesario hacer más pruebas para verificar el descubrimiento. En esencia, lo que han hecho ha sido eliminar la capa mineral y examinar en profundidad los huesos mediante una aguja y un microscopio electrónico. Lo que han encontrado han sido lo que parecen muestras de tejido blando. Concretamente se han hallado células sanguíneas que no parecen muy diferentes a las de los Emus actuales (unos pájaros similares a las avestruces).
Asimismo, los investigadores han hallado fibras de colágeno. Si se confirma, sería la muestra de esta proteína muscular y de la piel más antigua hallada nunca. La más antigua datada hasta ahora tiene solo 4 millones de años.
El descubrimiento es importante no porque vaya a dar pie a ningún parque temático con dinosaurios vivos, sino porque puede aportare claves cruciales para averiguar por fin datos sobre el metabolismo de los dinosaurios, como si realmente eran de sangre fría o caliente. Conocer el tejido muscular que tenían también permitirá reconstruir cómo era su sistema locomotor y cómo se movían exactamente. [Via Gizmodo]
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