No es extraño que los guionistas y directores cambien un poco la historia durante los primeros días de una nueva serie o película, sobre todo cuando se basa en una novela escrita. En el caso de Juego de Tronos hubo muchas escenas bastante diferentes, en especial las relacionadas a Jon Arryn, quien tuvo una participación mucho más drástica en el piloto.
La trama de Juego de Tronos se desencadena después de la muerte de Jon Arryn, la “mano del Rey”, que fue asesinado en medio de una conspiración para sacudir Westeros. En el primer episodio vimos cómo Arryn solo aparece durante algunos segundos en su lecho fúnebre, con unas extrañas piedras sobre los ojos en una especie de ritual para darle la bienvenida al “más allá”.
Sin embargo, su muerte era mucho más drástica. Arryn originalmente hacia más que quedarse allí en el lecho de muerte tirado e inmóvil. En la primera versión del episodio piloto de Juego de Tronos la mano del Rey se levantaba de su cama, todavía moribundo, y se arrastraba hasta una mesa para luego levantar una pluma e intentar escribir algo, pero sería detenido por la Reina, Cersei Lannister, quien le pisaría la mano y terminaría con su vida.
Esto ha sido confirmado por Sir John Standing, actor que dio vida a esos pocos segundos de Jon Arryn, en una entrevista con Los Siete Reinos:
¿Qué iba a escribir Arryn en su lecho de muerte? Posiblemente una advertencia, un mensaje para avisarle al mundo la conspiración que se había armado en contra del Rey Robert Baratheon, aunque era bastante iluso al pensar que Cersei dejaría que esa carta saliera de su habitación o fuera leída.
Al final, Arryn simplemente se quedó en su lecho de muerte cuando editaron el episodio, y la conspiración se dio a conocer mediante una conversación recatada entre Jaime y Cersei.
Pero esta no es la única diferencia entre la primera versión del episodio piloto y la versión final. De hecho, es solo una de varias, y la más importante podría ser que originalmente los Stark no son el centro del episodio. Están, sí, y son presentados, pero no todo gira en torno a ellos. La distribución del episodio por familias y personajes es mucho más equitativa.
Otra de las grandes diferencias es que el episodio es mucho menos explícito. La escena de incesto entre Cersei y Jaime no está, y la boda de Daenerys Targaryen con Khal Drogo no contiene tanta violencia ni momentos sexuales. Todo esto, además de que la mítica introducción de la serie (y esa canción) no era la misma, son las mayores diferencias que tuvo el piloto de Juego de Tronos antes de cambiar y convertirse en el episodio que vimos y nos enganchó con la serie.
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