Hay visores de realidad virtual que son poco más que una caja de plástico con dos lentes y un conector para el smartphone. El HTC Vive está a kilómetros de esa definición. Los técnicos de iFixit han sometido al visor de HTC a una de sus habituales autopsias y el resultado es digno de verse.
Después de desconectar todos sus cables y quitar la cubierta, el HTC Vive revela un interior que no solemos ver muy a menudo: una pieza completamente recubierta de fotodiodos con filtros de infrarrojos para captar mejor los láseres del sistema de guía.
La cámara frontal es similar a la de smartphones como el One Plus One. Bajo ella han encontrado una placa base con una larga lista de chips de procesado de imagen, sonido y sensores. Las lentes van unidas a unas espectaculares pantallas independientes AMOLED firmadas por Samsung y con una calidad de 447 puntos por pulgada.
Aunque su interior puede intimidar a un profano en electrónica, en realidad el HTC Vive es bastante sencillo de reparar, con una nota final de ocho sobre 10. Tan solo hay que conocer sus componentes, que no es tarea fácil. En iFixit hay también imágenes de cómo han desmontado las estaciones de sensores y los mandos inalámbricos.
0 Comentarios