No matar a los protagonistas de series como Juego de Tronos es hacer trampa, según R.R. Martin


George R.R. Martin es una de las personalidades más queridas y odiadas de la literatura y la televisión. ¿La razón? Se ha encargado de crear una serie de personajes fascinantes en su mundo de fantasía, pero también de matarlos. Pero según él, de no ser así estaría haciendo trampa, y tiene mucha razón.

R.R. Martin es el creador de la saga de novelas literarias Canción de Hielo y Fuego, en la cual se basa Juego de Tronos, la serie producida por HBO y en la que el mismo Martin ha participado como guionista. En una entrevista con Galaxy’s Edge comentó que no tiene sentido crear personajes “inmortales”, protagonistas que sabemos nunca van a morir, y por eso en su historia, tanto en los libros como en la serie, hemos visto perecer a algunos de los personajes más queridos e importantes, esos que siempre dijimos: “No, este no puede morir”.
Aviso: antes de leer recomendamos estar al día con las series Juego de Tronos y The Walking Dead, al menos hasta el final de sus temporadas más recientes.
En Juego de Tronos, apenas durante su primera temporada, vimos cómo le cortaban la cabeza al personaje presente en casi todos los pósters e imágenes de la serie para entonces: Ned Stark. Interpretado por Sean Bean, fue el primero en morir que creíamos era el “protagonista definitivo”, pero el crear historias con personajes inmortales no tiene nada sentido, según Martin:
“Para mi todos pueden morir, y no solo los personajes secundarios. Porque todos hemos leído esas historias un millón de veces, en las que un grupo de personajes se embarcan en una aventura, un héroe, su mejor amigo y su novia, y al final de todo los tres siguen con vida. Los únicos que mueren son los extras.
Pero desde mi punto de vista el hecho de que seas un niño lindo o un héroe lleno de buenas intenciones no significa que eres inmortal. Repito, todos pueden morir”.
Y sin duda que se ha ganado una reputación acorde a sus palabras. La historia de Martin incluso ha tenido el descaro (según muchos en el público) de matar a un personaje en el último momento de su batalla, justo cuando pensamos que quedaría con vida (como Oberyn Martell que al final de su lucha con “La Montaña” fue asesinado de una manera espantosa).
Además, Martin no es el único que piensa de esta forma. Incluso autores como Robert Kirkman, creador de los cómics de The Walking Dead y productor ejecutivo de la serie de televisión que lleva el mismo nombre, piensa que cualquier personaje puede morir. En una entrevista cuando se le preguntó si Rick (Grimes, el protagonista) estaba a salvo de ser el elegido por el nuevo villano para morir en el último episodio de la sexta temporadaKirkman dijo:
“Ni siquiera Rick está a salvo. Y morirá, en su debido momento”.
Al final, George R.R. Martin dice que no le gusta pensar que él mata a esos personajes, sino que “otros personajes son los que los matan”, y así quiere esquivar la culpa por completo, el bueno de George.

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