KIC 8462852 que tiene desconcertados a los astrónomos desde el 2015,
ha vuelto a hacer de las suyas. Este fin de semana los telescopios se dirigían a su ubicación para tratar de desenmascarar el misterio de su brillo. Esto es lo que sabemos.
Entre las constelaciones de Cygnus y Lyra de la Vía Láctea, a unos 1500 años luz de la Tierra, se encuentra la estrella de Tabby, también conocida como KIC 8462852 y descubierta por primera vez en el año 2009. Seis años después, a finales del 2015, un equipo de astrónomos dirigidos por Tabetha Boyajian, de la Universidad de Yale, notaron algo muy peculiar: un extraño patrón de luz que rodeaba a la estrella. Tan extraño, que aún hoy seguimos sin saber cómo se produce.
Cronología y teorías
Por increíble que parezca, cada teoría lanzada desde del 2015 se ha caído, o al menos, no ha podido confirmar la razón del fenómeno. ¿Por qué resulta tan fascinante? Cuando los investigadores estudian una estrella como KIC 8462852, extremadamente lejos de nuestro planeta, la analizan y rastrean a través de su brillo.
En la emisión de luz, ligeras y periódicas alteraciones en el brillo suelen revelar la existencia (o no) de uno o más objetos grandes orbitándolas de manera regular. Cada vez que un objeto pasa por delante, el brillo se reduce. Ocurre que estas variaciones suelen ser muy leves, con estrellas que se atenúan menos del 1% cada pocos días, semanas o meses, dependiendo del tamaño y de las órbitas de los exoplanetas..
Sin embargo, con esta estrella en concreto no es así. KIC 8462852 ha estado experimentando una caída irregular de hasta el 22%, y que sepamos no hay ninguna órbita periódica pasando por allí, tan sólo un montón de formas irregulares sin patrón discernible que de alguna forma están bloqueando la luz.
Los patrones del 2015 eran tan extraños que rápidamente se tildó a la estrella de “megaestructura alienígena”. Esta primera teoría recuperaba la idea de algún tipo de origen extraterrestre (con esfera de Dyson incluida, si no sabes lo que es se trata de un concepto fascinante que explicamos de manera sencilla aquí), aunque la mayoría de las comprobaciones posteriores aseguraban las posibilidades eran extremadamente bajas.
La segunda teoría atribuía el fenómeno a cometas, un escenario que también fue perdiendo fuerza conforme la estrella perdía brillo. Tras los cometas y los alienígenas se han ido sumando otras como el oscurecimiento gravitacional o incluso un escenario donde la estrella de Tabby está tan distorsionada que su giro le da un radio más grande en el ecuador que en los polos. ¿El problema? Ninguna se sostenía por la propia naturaleza extraña de la luz de la estrella.
Pasaron varios meses sin que supiéramos nada del fenómeno. En agosto del 2016 la estrella volvía a mostrarse, o mejor dicho, a desvanecerse sin explicación alguna otra vez. Un nuevo estudio venía a confirmar y ampliar las conclusiones del astrónomo Bradley Schaefer, el hombre que encontró la estrella.
El trabajo decía que el brillo de KIC 8462852 no solo está decreciendo paulatinamente, sino que lo hace a un ritmo irregular que desafía toda explicación. Los investigadores realizaron un nuevo análisis fotométrico basado en los datos del telescopio espacial Kepler. El estudio demostraba que a lo largo de cuatro años el brillo de la estrella había disminuido un 3%, una cifra totalmente anormal y que no tiene precedente en otras estrellas.
Finalmente, a comienzos de este año, llegaba la última de las teorías. Bajo ella, algún planeta (o sistema planetario) colisionó con la estrella. Como resultado de ese choque, la estrella ha quedado rodeada por una nube irregular de fragmentos que son los responsables de los cambios aleatorios y puntuales en el brillo de la estrella.
Además, los astrónomos afirmaron que podían probar la hipótesis la próxima vez que la estrella redujera su brillo. De ser así, debería existir una fulguración en el espectro infrarrojo.
Casualmente, este pasado fin de semana la estrella de Tabby ha reaparecido.
Qué sabemos y qué podemos esperar
Como hemos visto, incluida la fascinante teoría alienígena con esfera de Dyson, esta última aproximación adolecía del mismo problema que el resto, la falta de datos. Simplemente, estos no son suficientes para probar o rechazar los diversos escenarios que se están planteando.
Todo podría cambiar tras lo ocurrido el fin de semana. La “estrella más misteriosa de nuestro Universo” se puso en marcha de nuevo, y los investigadores informaron que su luz había comenzado a oscurecerse de manera extraña (como en los avistamientos anteriores). Según explicaba el astrónomo Matt Muterspaugh, de la Universidad Estatal de Tennessee:
Por lo que puedo ver, muchos telescopios han estados observando este fin de semana a la estrella. Todos estábamos un poco atascados, nos encontrábamos en un lugar donde no podíamos hacer mucho más. Teníamos todos los datos que podíamos, pero para aprender algo más teníamos que volver a observarla en acción.
Para Jason Wright, astrónomo de la Universidad Estatal de Penn, la estrella comenzó a volverse más oscura desde el viernes. En muy poco tiempo se había atenuado hasta un 3%:
Por lo tanto, estamos oficialmente en alerta, y estamos pidiendo a todos los astrónomos que utilicen sus telescopios y que por favor tomen espectros (mediciones de luz) de la estrella.
Decía el propio Wright que es poco probable que el misterio alrededor de KIC 8462852 se resuelva inmediatamente. Pero ahora tenemos astrónomos de todo el mundo observando el mismo punto. Esto significa un montón de nuevos datos, razón de peso, según el propio Wright, para “pensar que estamos en la mejor de las situaciones” y averiguar qué hay detrás de estos patrones de luz inexplicables.
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