Los rescatistas trabajaban
este martes contrarreloj para bombear agua fuera de la cueva en la que permanecen atrapados 12
niños y su entrenador de fútbol en Tailandia, ya que se pronosticaba
la caída de fuertes lluvias que podrían dificultar todo el proceso.
Los
niños llevaban 10 días atrapados sin que se supiera nada de ellos hasta
que fueron encontrados el lunes con vida. Un equipo de
buzos cruzó recovecos cubiertos de agua hasta llegar a la cueva en la que se
encuentran, llevando comida, y se estima que el difícil rescate
podría tardar incluso meses.
Pero
lo cierto es las fuertes lluvias que se pronostican para la zona
podrían provocar mayores inundaciones en la cueva, por lo
que las autoridades han debido acelerar el proceso de extracción, según informó
el periódico tailandés Khaosod.
Por esta razón avanza la necesidad de evacuar
a los niños a través del difícil camino que hicieron los buzos, y con el equipo
pertinente, en lugar de esperar a que baje al agua.
Además, hay zonas en las que las bombas de
agua no pueden actuar, informó el ministro del Interior
tailandés Anupong Paojinda.
"Bucear no es fácil. Para la gente que nunca lo
hizo, será difícil y distinto a hacerlo en una piscina, ya que la cueva está
llena de pequeños canales. Si algo ocurre en el camino podría haber
peligro de muerte", indicó, de acuerdo al Khaosod.
Según especialistas, el viaje de ida y vuelta desde el
lugar donde se encuentran atrapados y la boca de la cueva requiere de unas tres
horas, y no se sabe cuántos niños podrían cruzar al mismo tiempo.
Por el momento, los rescatistas se encontraban en el
proceso de verificar el estado de salud física y mental de los 13 jóvenes
antes de decidir cómo encarar su evacuación, según indicó un funcionario
tailandés a la agencia Reuters.
El grupo se encuentra atrapado en una roca
elevada a 4 cuatro kilómetros de la entrada de la cueva y
rodeados recovecos tapados por el agua, a través
de los cuales por el momento sólo buzos entrenados han podido pasar.
Se trata de un equipo de fútbol infantil, cuyos
miembros tienen edades desde los 11 hasta los 16 años y que se
perdieron junto a su instructor de 25 años cuando intentaban explorar una cueva
en un parque en el norte de Tailandia.
Aunque estaban débiles por la falta de comida, ninguno
mostraba en un principio heridas y el equipo de rescatistas estaba
instalando equipos de comunicación y luz eléctrica en la cueva mientras se
decide cómo evacuarlos.
sólo buzos entrenados han podido pasar.