"Yo
pensé que mis hijos se me iban a morir ahí", dice
María Meza desde el campamento donde espera pasar la frontera y entrar a
los Estados Unidos. Tiene 35 años, es hondureña y quienes aparecen en las
imágenes son sus cinco hijos. Quienes aparecen en la foto son Saira y
Cheili, gemelas de 5 años, y Jamie, de 13.
Después de
viajar desde su país y pasar una semana en la ciudad fronteriza mexicana
de Tijuana, Meza partió el domingo 25 de noviembre con sus pequeños para
solicitar asilo en el cruce de la frontera de los Estados Unidos. Ella y
cientos de otros inmigrantes centroamericanos fueron bloqueados por la policía
mexicana y organizaron una protesta frente a la frontera.
Un grupo se
desprendió de allí e intentó cruzar la valla que divide a los dos países por la
fuerza. Entonces comenzaron los disparos de gas desde el lado estadounidense.
Varias cayeron cerca de la posición de Meza y su familia.
"Lo primero que hice fue agarrar a mis hijos", dijo Meza. En la
foto se la ve tomando las manos de las hijas gemelas de cinco años, Saira y
Cheili, mientras su hija de 13 años, Jamie, corre a su lado. Se volvió viral y
provocó reacciones de enojo de algunos legisladores y organizaciones benéficas.
Nunca pensamos que iban a disparar estas bombas donde había niños
También relató cómo
cayeron al lodo y las dificultades para escapar de los gases cuando
quedaron atrapados allí. Fueron rescatados del mal trance por un
joven que los ayudó a subir.
"Nunca pensamos que iban a disparar estas bombas donde había niños,
porque había muchos niños", dijo Meza, sentada frente a la cerca
de acero oxidada de la frontera de Estados Unidos. "No está correcto,
sabiendo ellos que somos seres humanos, igual que ellos", concluyó Meza.
El Departamento de Seguridad
Nacional de los Estados Unidos dijo que los oficiales de Aduanas y Protección
Fronteriza de los Estados Unidos fueron golpeados por proyectiles lanzados por
los migrantes.
Alrededor
de 5.200 personas que viajaron en una caravana a través de México se encuentran
en un refugio en un estadio en Tijuana , viviendo en tiendas de campaña
improvisadas.
El
presidente Donald Trump ha tomado una postura de línea dura contra los
migrantes, que han hecho su camino hacia el norte desde los países
centroamericanos violentos y empobrecidos. El lunes, dijo que México debería
enviarlos de regreso a sus países de origen.
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