El millonario británico que lleva 32 años preso por un crimen que no sería suyo sino de Pablo Escobar


Huellas en el cuarto de un hotel donde aparecieron dos hombres baleados y un presunto falso testigo fueron suficientes para condenar a muerte al empresario británico Krishna Maharaj, aunque este se encontrara a kilómetros del lugar según su defensa. La inocencia que él mantiene desde el principio nunca se ha comprobado. Lo cierto es que por aquella época Miami era sede de la guerra de la cocaína; y los muertos tenían cuentas pendientes con el señalado por el acusado de ser el real culpable: Pablo Escobar.
Kris, como le llaman sus allegados, nació en Trinidad. Al terminar sus estudios se mudó a Peckham, al sur de Londres, en 1960. Allá construyó un negocio de importación de alimentos con un préstamo de USD 1.800 que pronto prosperó. Ya era parte del 'swinging London' (escena de la moda y la cultura que floreció en la capital inglesa en la década de los 60's) cuando se convirtió en una de las personas más ricas de Gran Bretaña. Coleccionaba Rolls-Royces, aunque su pasión eran los caballos de carrera, incluso los suyos compitieron -y ganaron- con los de la reina.
A principios de los 80, Maharaj se mudó al sur de la Florida para invertir en bienes raíces. Allá se contactó con Derrick Moo Young, un jamaiquino de origen chino a quien había conocido en Londres, para que supervisara las inversiones cuando estuviera fuera de la ciudad. Esa relación comercial fue el móvil que la justicia estadounidense usó para corroborar el testimonio de Neville Butler, un sujeto que aseguró haber presenciado el crimen.

Maharaj no tenía antecedentes de violencia, y tenía una coartada fuerte con al menos seis testigos que lo ubicaban a, exactamente, 50 kilómetros de distancia de la escena del crimen al momento de los asesinatos, en Fort Lauderdale: la psicóloga Marianne Cook, un hombre de un café cercano a su oficina, un agente inmobiliario con despacho en su mismo edificio, el administrador de un restaurante donde almorzó y otros más, según BBCPese a ello fue declarado culpable.
Inconsistencias
Krishna Maharaj ha negado ser el autor del crimen, siempre. Por supuesto, decidió apelar. Neville Butler, el testigo clave de la Fiscalía, no pasó el detector de mentiras, cambió su historia varias veces y fue desestimado. El mismo juez fue arrestado por aceptar sobornos de un agente encubierto que se hizo pasar por miembro de un cartel de drogas. Una corte de apelaciones estableció que el número de serie del arma homicida podría ser el de miles similares. Los seis testigos hablaron en su defensa.
Pero siete tribunales distintos han concluido que su condena debe mantenerse. "La evidencia del Sr. Maharaj consiste en alegaciones vagas que invitan a inferencias, y ninguna de ellas se une de manera coherente sin inferencias adicionales. Solo sus conclusiones llenan el vacío, pero este tribunal no está obligado a aceptar tales conclusiones", escribió en una ocasión el Asistente del Fiscal General Jeffrey Geldens. No hubo más juicios, pero en 2002 consiguió rebajar la pena a cadena perpetua, 16 años después de su arresto.



"Fue orden de Pablo Escobar"

En 2014, el abogado de Maharaj, Clive Stafford Smith, fundador de Reprieve, anunció que tenía "pruebas abrumadoras" que incriminaban al cartel de la cocaína con el doble homicidio. Se sostuvo en que en aquella época los mafiosos colombianos estaban activos en la escena de violencia de Miami. Descubrió que los Young lavaban dinero en efectivo para el extinto capo Pablo Escobar, cabecilla del Cartel de Medellín. Y que le robaron, por eso los mandó a matar.
De hecho, en la habitación del hotel que estaba al frente de donde sucedió el crimen se alojaba un presunto miembro del Cartel de Medellín, según documentos judiciales. Por eso Smith buscó pruebas sobre la participación de Escobar, que incluyeron dos testimonios claves. En ese momento, se destapó que las autoridades federales -según el abogado- no solo tenían conocimiento del lavado de activos que hacían los Young cuando inició el primer juicio, sino registros que podrían ayudar a exonerar a Maharaj.

Pero estas no tenían la obligación de divulgar la información, incluso con solicitud de un tribunal estatal. Así que en 2015, el juez William Thomas rechazó la apelación por considerar la evidencia "demasiado débil y con problemas de admisibilidad". Ello, pese a los testimonios claves que había encontrado Smith, de uno de los sicarios líderes de Pablo Escobar y de un ex policía de Miami que estuvo en la escena del crimen esa noche.
Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias 'Popeye', el principal asesino de Escobar, admitió que su jefe había mandado a matar a los Moo Young por tomar parte del dinero de la cocaína que les habían dado para lavar. "Nunca había oído de Krishna Maharaj, pero sí recuerdo quién mató a los Moo Young: un asesino conocido como 'Cuchilla'", manifestó el sicario según cita Daily Mail. Se refiere a Guillermo Zuluaga, quien se presume está muerto.
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